Este domingo se disputa la final de la edición 2025 de las ATP Next Gen Finals, un torneo que, aunque joven, se ha convertido en una de las citas más simbólicas del calendario tenístico. No reparte puntos ATP y mantiene un formato experimental, pero su importancia va mucho más allá del trofeo. Aquí se asoman las estrellas del mañana. Basta con repasar su palmarés para entender por qué este campeonato funciona como un auténtico termómetro del futuro del tenis mundial.
Las Next Generation ATP Finals nacieron en 2017 como un torneo de exhibición profesional masculino organizado por la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) para los mejores jugadores de la temporada con 20 años o menos. Su estreno tuvo lugar en Milán, sede que acogió las cinco primeras ediciones, antes de que el torneo se trasladara en 2023 a la Ciudad Deportiva del Rey Abdalá, en Yeda. Desde entonces, el evento ha mantenido su esencia: innovación en las reglas, partidos cortos y una puesta en escena pensada para atraer a nuevas generaciones de aficionados.
Hyeon Chung abre el camino
El primer campeón fue el surcoreano Hyeon Chung, que derrotó en la final a Andrey Rublev en un partido vibrante decidido en cuatro sets cortos. Chung representó a la perfección el espíritu inicial del torneo, siendo un talento emergente que sorprendía al mundo. Aunque su carrera posterior estuvo marcada por las lesiones, su triunfo en Milán quedará para siempre como el punto de partida de la historia del evento.

El coreano Hyeon Chung y Djokovic.
Un año después, el torneo ya empezó a cumplir su promesa de señalar a futuras estrellas. Stefanos Tsitsipas se proclamó campeón tras vencer a Álex de Miñaur en una final muy disputada. El griego, que ya apuntaba alto, utilizó las Next Gen Finals como trampolín definitivo hacia la élite, consolidándose poco después como uno de los jugadores más regulares del circuito ATP.
El primer aviso de Sinner y Alcaraz
La edición de 2019 tuvo un claro protagonista, Jannik Sinner. El italiano, jugando en casa, se impuso con autoridad a Álex de Miñaur y dejó claro que su ascenso no tenía techo. A diferencia de otros campeones, Sinner no necesitó tiempo para confirmar las expectativas. En los años siguientes se convirtió en número uno del mundo y en uno de los grandes dominadores del tenis actual.
La pandemia de COVID-19 obligó a cancelar la edición de 2020. El torneo regresó en 2021, donde Carlos Alcaraz levantó el trofeo tras vencer a Sebastian Korda. Aquel título fue una declaración de intenciones. El murciano no solo ganó el torneo, sino que lo hizo mostrando una personalidad arrolladora. Hoy, con varios Grand Slams y el número uno del mundo en su currículo, su nombre figura entre los campeones más ilustres de las Next Gen Finals y confirma la capacidad del torneo para identificar talento generacional.

La edición de 2022 trajo uno de los campeones menos mediáticos, Brandon Nakashima. El estadounidense superó en la final a Jiří Lehečka y demostró que este torneo no siempre corona a futuros números uno, sino también a jugadores sólidos capaces de competir al máximo nivel durante años.
Con el traslado del torneo a Arabia Saudí, el serbio Hamad Medjedovic se convirtió en el primer campeón en Yeda tras una final épica ante Arthur Fils. El último campeón hasta la fecha es João Fonseca, que en 2024 venció al estadounidense Learner Tien. El brasileño confirmó el regreso de su país al primer plano del tenis masculino y reforzó la idea de que las Next Gen Finals siguen siendo una plataforma global, abierta a talentos de cualquier rincón del mundo.