Las mitocondrias, conocidas como las “centrales energéticas” de la célula, juegan un papel esencial en la salud celular. Las mutaciones en su ADN (ADN mitocondrial o ADNmt) se han asociado a diversas enfermedades y han sido ampliamente estudiadas en el contexto de la fertilidad femenina, dada su influencia en la calidad de los ovocitos. 

Con el paso del tiempo, las células humanas acumulan mutaciones somáticas, y las mitocondrias, debido a su naturaleza, son particularmente susceptibles. Esto da lugar a un fenómeno conocido como heteroplasmia, en el que coexisten múltiples variantes del ADNmt dentro de una misma célula.  

Este reciente estudio dirigido por Arbeithuber y colaboradores analizó estas mutaciones utilizando ovocitos individuales y muestras somáticas (como sangre y saliva) de las mismas mujeres en distintas etapas de su vida. Para ello, emplearon una innovadora técnica de doble secuenciación, que permitió por primera vez observar directamente las mutaciones en ovocitos no seleccionadas por el proceso de fecundación. 

Gracias a esta metodología, los investigadores lograron distinguir entre: 

La principal conclusión del estudio es contundente: las mutaciones mitocondriales aumentan con la edad en los tejidos somáticos, pero no en los ovocitos. Esto sugiere un mecanismo de preservación o selección en la línea germinal femenina que limita la acumulación de estas mutaciones a lo largo del tiempo. 

No obstante, otros trabajos han mostrado un aumento en la detección de heteroplasmia con la edad del individuo, fenómeno atribuido a procesos como la deriva genética. Por ejemplo, el estudio liderado por Kuiper et al. analizó más de mil individuos y observó un incremento longitudinal en la proporción de variantes deletéreas del ADNmt con la edad. 

Además, en investigaciones previas en modelos murinos, Arbeithuber y su equipo ya habían documentado un aumento de mutaciones de novo tanto en ovocitos como en tejidos somáticos con el envejecimiento. 

Sin embargo, sus hallazgos más recientes en humanos, publicados [anteriormente como preprint] en bioRxiv en diciembre 2024, confirman que, aunque existe una selección dependiente de la frecuencia en las mutaciones mitocondriales, su acumulación no está asociada a la edad en los ovocitos humanos. 

Este tipo de estudios profundiza en el entendimiento de cómo se mantiene la integridad genética mitocondrial en la reproducción humana y abre nuevas líneas de investigación sobre la fertilidad, el envejecimiento y la medicina mitocondrial.