Redacción
El Grupo Técnico Asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la Composición de la Vacuna contra la covid-19 (TAG-CO-VAC, por sus siglas en inglés) ha emitido este jueves una recomendación para el cambio en la composición antigénica de las vacunas que se fabriquen contra esta infección, aconsejando el uso de LP.8.1 monovalente.
Por tanto, los expertos de la OMS apuestan por actualizar dicha composición con el objetivo de mejorar las respuestas inmunes inducidas por la vacuna a las variantes circulantes del SARS-CoV-2. Sin embargo, dicha actualización no quiere decir que las alternativas existentes con los antígenos del linaje JN.1 (JN.1 o KP.2) sean inadecuadas y se deben seguir utilizando para no retrasar la vacunación a la espera de que las dosis con una composición de LP.8.1 sean accesibles.
Tras analizar la evidencia disponible, la OMS ha afirmado que LP.8.1 como antígeno de vacuna ofrece respuestas de anticuerpos cruzados moderadamente pero significativamente mayores a las variantes derivadas de JN.1
Además, en las conclusiones conocidas tras la reunión semestral de este grupo técnico asesor, los expertos han señalado que también se podrían considerar otros enfoques que demuestren respuestas de anticuerpos neutralizantes amplias y robustas o eficacia contra las variantes del SARS-CoV-2 que circulan actualmente.
A partir de la evidencia analizada, el grupo asesor de la OMS ha afirmado que LP.8.1 como antígeno de vacuna ofrece respuestas de anticuerpos cruzados moderadamente pero significativamente mayores a las variantes derivadas de JN.1 que circulan actualmente, en comparación con las vacunas monovalentes JN.1 o KP.2.
Continuará la monitorización
Para tomar estas decisiones, el TAG-CO-VAC monitorea de cerca la evolución genética y antigénica de las variantes del SARS-CoV-2, las respuestas inmunitarias a la infección por SARS-CoV-2 y la vacunación contra la COVID-19, y el rendimiento de las vacunas contra la COVID-19 frente a las variantes circulantes.
El TAG-CO-VAC ha reconocido limitaciones de la evidencia sobre la que se derivan las recomendaciones ofrecidas para la composición de las vacunas y ha pedido la generación de distintos tipos de información.
Con todo, ha indicado que continuará con su monitorización del SARS-CoV-2 y el rendimiento de las vacunas, y seguirá con sus reuniones semestrales, o según sea necesario, para evaluar las implicaciones para la composición antigénica de la vacuna contra la Covid-19 y emitir las recomendaciones correspondientes.