¿Cómo está yendo la presente campaña de la gripe?
Este año ha llegado antes de tiempo, mucho más que lo que lo hizo el año pasado. Y, además, es más transmisible. Este factor hace que el virus se contagie enseguida y que se propague más fácilmente.
¿Qué ha supuesto para Sant Joan de Déu este repunte de casos?
Que desde hace unas semanas haya habido un incremento importante de la actividad asistencial. Cuando llegan los meses de invierno siempre nos encontramos con la misma situación, pero este año se ha visto incrementada.
Los graves, sin embargo, son una minoría.
Sí. Buena parte de los casos que nos llegan son leves, que se pueden resolver con unos días de reposo y un poco de tratamiento sintomático. Los que nos preocupan son los de colectivos vulnerables o personas con enfermedades crónicas. Para estos, una gripe puede ser muy peligrosa y puede suponer complicaciones importantes.
Si se siguen estos consejos, ¿cómo se beneficia el sistema sanitario?
Se evita que se saturen los servicios de urgencias por casos leves que podrían resolverse en un CAP o CUAP. Con esto, no decimos que la población no vaya a visitarse, sino que lo haga allí donde pueden darle una atención más adecuada.
¿Cómo se trabaja sabiendo que hay una larga lista de espera de pacientes?
Es, justamente, lo que más te angustia: hacer esperar a los pacientes. Si fuera por nosotros, no tendrían que esperar, pero tenemos que funcionar según una estructura hecha para un determinado perfil de paciente: los que presentan un mayor riesgo vital o que deben ser atendidos con más urgencia. Por eso, los casos no tan graves es mejor que se dirijan a otros servicios que los atenderán más rápidamente.
La vacunación juega un papel importante.
Exacto. Y aún hay mucho camino por recorrer. Durante la Covid se creó mucha conciencia sobre su importancia, pero parece que con la gripe no hay tanta. De hecho, la tasa de vacunación actual es más baja de la esperada. Hay que recordar que vacunarse es una forma de protegerse a uno mismo y también a su entorno.
También lo hace el uso de mascarillas.
Este es otro de los aprendizajes que sacamos de la pandemia. Aunque aún hay mucha gente que subestima la gripe, cada vez son más los que, cuando presentan síntomas, se ponen la mascarilla para evitar la transmisión del virus. Es muy importante que no nos relajemos y que las utilicemos. En este sentido, también hay que recordar que las salas de espera también pueden ser focos de contagio. Justamente por esta razón es obligatorio el uso de mascarilla en todos los centros sanitarios.
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