Oskar Belategui

Lunes, 22 de diciembre 2025, 00:12

Javier Milei ha tratado de desmontar el cine argentino con su motosierra. Hasta que vio ‘Homo argentum’, se tronchó de la risa y tuiteó que «la película de Guillermo Francella deja en evidencia muchos de los aspectos de la oscura e hipócrita agenda de los progres caviar (woke)». Dos millones de argentinos han llenado los cines para reírse con esta comedia de sketches, en la que el actor de la serie ‘El encargado’ encarna a dieciséis personajes distintos en cada una de las dieciséis historias. El filme llega a las salas españolas el 25 de diciembre.

Francella (Buenos Aires, 70 años) es un actor tan querido y popular en su país como Ricardo Darín, al que la formidable polvareda que ha levantado la película de Mariano Cohn y Gastón Duprat le sobrepasa. Cuando leyó el tuit de su presidente convertido en crítico de cine se mostró tan sorprendido como el resto de los argentinos. «Cada uno interpreta lo que quiere», cuenta a EL CORREO por teléfono desde su casa de Buenos Aires. «Milei lo denominó batalla cultural. Hubo gente que tachó la película de apátrida sin haberla visto, por el solo hecho de quien la había escrito. Yo estaba azorado, miraba para los costados por si había una cámara oculta, a ver si aquello era un sketch. No entendía lo que sucedía. Nosotros contamos una sátira, como las sátiras italianas o las que hacen en Estados Unidos riéndose de ellos. La polarización y la locura reinante provocan estas cosas».

Autores de ‘El ciudadano ilustre’ y ‘Competencia oficial’, Cohn y Duprat también molestaron a algunos con ‘El encargado’, en la que Francella es un portero de finca rica intrigante y maquiavélico. «El sindicato de porteros elaboró un comunicado oponiéndose. Nos mirábamos porque no sabíamos si era verdad o una broma. Alguien que no puede discernir la ficción de la realidad… Es el problema de una mediocridad intelectual fuerte», lamenta el actor.

Tráiler de ‘Homo argentum’, en salas el 25 de diciembre.

En ‘Homo argentum’, Francella borda a un hombre rico y viudo que anuncia a sus hijos que se casa con la criada; a un director gay que gana premios con un cine social que le importa muy poco; a un locutor al que se le sale el corazón en un partido de fútbol; a un vigilante de seguridad ante el sueño sexual de su vida; a un cambista porteño que quiere timar a unos turistas brasileños…

16 personajes y 16 caracterizaciones en un reto digno de Peter Sellers. Francella puso a los directores sobre la pista de un filme de Dino Risi de 1963, ‘Monstruos de hoy’. «Amo las películas de episodios del Neorrealismo italiano, viñetas con mucho humor, con crítica social y protagonizadas por Sordi, Tognazzi, Gassman…», alaba el actor. Los directores la vieron, les fascinó y le ofrecieron interpretar todas las historias. «’Si vos no hacés todas, no nos interesa la película’, me dijeron. Dudé por el desafío, pero hice los personajes de forma contenida, protegido por un buen texto y los directores. Me siento muy orgulloso de este viaje».

‘Homo argentum’ muestra tipos porteños, aunque su protagonista matiza que resultan universales, como esos padres con un hijo de 39 años que no se marcha de casa ni con agua hirviendo. También aparece la realidad sociológica del país, con los jóvenes que emigran a Madrid a buscarse la vida. «En la película hablamos de dos etapas. La de la inmigración, en la que albergamos a 3 millones de españoles y 4 de italianos, y la actual, en la que los chicos viajan a Madrid porque tienen el idioma y la ciudadanía gracias a sus abuelos. Yo no sé si es algo permanente o pasajero, si es una solución. Trabajan de meseros, en áreas administrativas… Tampoco es oro todo lo que reluce, está el sueldo, la adaptación…».

Una pareja despide a su hija, que se va a buscar la vida a Madrid.

Una pareja despide a su hija, que se va a buscar la vida a Madrid.

Para el actor de ‘El secreto de sus ojos’, ‘El clan’ y ‘El robo del siglo’, que tiene en cartelera ‘Playa de Lobos’ junto a Dani Rovira, la extraordinaria taquilla de ‘Homo argentum’ se debe al boca a boca y no a polémicas. «Que tras la pandemia hayamos tenido 2 millones de espectadores es algo extraordinario. No hay intención política ni ninguna ideología detrás. Hablamos de ciertos genes, de ciertos comportamientos, de los seres humanos, no solamente de los argentinos», justifica.

Francella se enorgullece de llevar 45 años en un oficio que también ejercen sus hijos. «Nunca mediaticé nada, ni mi propia familia. No me gusta lo que pasa en el mundo, incluido en España. Hay un mundo nuevo, salvaje, y lo mejor es guardar silencio. Nada bueno puede salir de esta polarización».

–¿Ha conocido alguna vez a un director de cine tan hipócrita como el que interpreta en uno de los episodios?

–Bueno, vos sos periodista, ¿no? Los conoces. Esos tipos que suben a por un premio y no son felices de recibirlo porque hay calentamiento global… Todos los conocemos. Ocurre en tu país y en el mío. Antes los premios se los dedicabas a tu abuelita y era emocionante, ahora es cursi.

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