Tanto en el mundo del deporte en general como el del ciclismo en particular, la sombra del dopaje es muy alargada. Si bien es cierto que los diferentes organismos reguladores luchan sin descanso para poner fin a esta problemática y han introducido innumerables mecanismos para combatirlas, en ocasiones aparecen nuevas sustancias capaces de sortear los controles existentes.
En este sentido, tal como adelantó y explicó el medio italiano Corriere, en los laboratorios de Bielorrusia y China se está gestando una sustancia que podría poner en jaque a los sistemas antidopaje conocidos. Se trata de la molécula M101, una hemoglobina extraída de una especie de gusano marino conocida como Arenicola Marina y que ha comenzado a ser probada en hámsters dorados en los laboratorios bioquímicos de Minsk y Changchun.
Esta nueva sustancia, bautizada como Lance A. en referencia al siete veces ganador del Tour de Francia bajo los efectos del dopaje, ha ofrecido resultados asombrosos en los roedores utilizados para las pruebas, elevando su capacidad de resistencia hasta límites insospechados. El secreto de la ‘Lance A.’ radica en la sorprendente capacidad de la hemoglobina del Arenicola, capaz de transportar 156 moléculas de oxígeno por las apenas 4 del ser humano.

Ejemplar de la Arenicola Marina, en cuya sangre se encuentra la molécula M101 / World Register of Marine Species
Los efectos sobre los hámsters dorados tras las inyecciones de M101 han sido tan espectaculares como inquietantes. Bajo los efectos del ‘Lance A’, estos roedores han multiplicado por 10 su capacidad de transportar óxigeno en sangre, además de ver repentinamente reducida su hipoxia y experimentar un crecimiento significativo de su capacidad de resistencia.
Una sustancia prácticamente invisible para los controles convencionales
La ‘Lance A’ no solo mejora considerablemente diferentes características físicas, también lo hace sin dejar efectos secundarios. Los roedores utilizados como muestra no solo no presentaron signos de hipertensión, vasoconstricción ni riesgo de trombosis, sino que sus defensas inmunitarias parecieron quedar reforzadas gracias a las propiedades antiinflamatorias del M101.
Cualquier manipulación sanguinea viola completamente el código de la Agencia Mundial Antidopaje, por lo que el posible uso del ‘Lance A’ emerge como uno de sus nuevos focos de actuación. El principal problema radica en que esta nueva sustancia pasa completamente desapercibida para los tests tradicionales, ya que la hemoglobina de los gusanos marinos no provoca alteración en los parámetros sanguíneos que figuran en el pasaporte biológoico.

Hincapie, en segundo plano, junto a Armstrong / EFE
Nacida hace tres años en un laboratorio francés, el propósito inicial del M101 era muy diferente al que ahora pone en jaque a la Agencia Mundial Antidopaje. La hemoglobina de la Arenicola Marina parecía llamada a jugar un papel clave en la sustitución de transfusiones y eritropoyetinas tanto en quirófano como en escenarios de guerra, además de la conservación de órganos destinados al transplante, pero las ventajas competitivas que puede otorgar sobre los atletas podría derivar en usos inadecuados de esta sustancia.
Una vez conocidas estas prácticas en Rusia, Bielorrusia y China, las alarmas ya están encendidas. En la última conferencia celebrada por la Agencia Mundial Antidopaje en Busan (Corea del Sur), ya se advirtió del uso del M101 como una de las principales amenazas venideras, y los retos futuros se centrarán en combatir una sustancia que no es detectada por el pasaporte biológico y desaparece por completo al cabo de unas horas.