«Kaixo guztioi. Buenas tardes a todos». De esta manera ha comenzado su intervención Pellegrino Materazzo, ‘Rino’, como le denominaron Aperribay y Bretos, en su … presentación como nuevo entrenador de la Real Sociedad. Para el nuevo técnico, «ha llegado la hora de ganar partidos» y se siente preparado para asumir el reto de devolver a la Real Sociedad a Europa en el futuro, contando, además, con jugadores de la cantera y con un fútbol «ofensivo» y «dinámico».

Su primera disertación ha sido en castellano y la tenía preparada: «Para mí es un gran honor estar hoy aquí como entrenador de la Real Sociedad. Desde el primer momento sentí una conexión muy clara con este club, por sus valores, identidad y la pasión con la que se vive el fútbol aquí», ha desgranado en primera instancia el técnico estadounidense.

«Desde el primer momento sentí una conexión muy clara con este club, por sus valores, identidad y la pasión con la que se vive el fútbol aquí»

Tras lanzar su previsible mensaje de gratitud hacia el presidente Aperribay y el director de fútbol Bretos, por la confianza demostrada en él, ha desvelado su capítulo de propósitos: «Llego con mucho respeto por el trabajo que se ha hecho y mucha ilusión por lo que podemos construir juntos; estoy muy feliz de empezar este camino con la Real Sociedad».

Matarazzo describe a la Real como un «club increíble»: «Es conocido también en Alemania como un club con una fuerte identidad y valores, un club diferente, que tiene la valentía de invertir en su cantera e integrar a sus canteranos», afirma, plasmando mucha sintonía con todo eso. Por todo ello, asevera que la Real es un «club fantástico» que «tiene un equipo con muchísimo potencial». No oculta el entrenador cuál es su misión y que la Real «necesita rendir mejor» y para ello ve crucial «encontrar la clave y trabajar muchísimo». Su frase para la historia es que «ha llegado a la hora de ganar partidos».

«La Real es un club fantástico que tiene un equipo con mucho potencial que necesita rendir mejor»

Todo ello debe hacerlo sin tiempo. Va a tener seis días para preparar su primer partido, contra el Atlético de Madrid el 4 de enero. Pero esto no representa un problema grave para él: «Conozco muy bien el equipo. He seguido los partidos de este año y anteriores. Conozco su potencial. Ha llegado el tiempo de trabajar». Espera poder construir poco a poco e implantar su estilo paulatinamente. Tiene claro que «debemos atacar los espacios y defender mejor», además de «imprimir energía en el juego».

Un fútbol «ofensivo»

El entrenador quiere propugnar un «tipo de fútbol ofensivo y de ataque. Presión alta y dinámica intensiva. Entiendo la necesidad de un bloque más bajo en algunos partidos. Puedo ser flexible, pragmático y todo basado en unos principios muy claros». No le da tanta trascendencia a la posesión del balón.

Para encontrar todo ello, no es seguro que vaya a cambiar su sistema. Recuerda que no siempre dispuso de un 3-4-2-1 y que en el Stuttgart, antes del ascenso a la Bundesliga, jugó con cuatro atrás: «Hay que adaptarse a lo que te encuentras y buscar la mejor formación para estos jugadores, conectarlos como grupo», dice.

Tampoco quiere aturullar a los futbolistas con cambios profundos, entre otras cosas porque tampoco tiene margen: «No debes dar a los jugadores demasiada información de golpe, hay que priorizar», sostiene el entrenador. «Tengo un plan desde el principio. Lo más eficiente al inicio y paso a paso construir cómo queremos jugar al fútbol», lanza.

«Estoy convencido de que todo lo que he hecho en mi vida ha sido para traerme aquí; voy dar todo lo que llevo dentro para que los aficionados se vuelvan a sentir orgullososde la Real»

Por supuesto, también hay que dedicar tiempo al aspecto mental. «No puedes pensar en una cosa sin la otra», sostiene el entrenador. «Todo está conectado», matiza. Para Pellegrino, la clave está en que los jugadores recuperen la confianza: «Cuanto más se crean lo que hacen, más se creerán que deben recibir recompensa y empezaremos a ganar», dice el nuevo técnico.

Conexión clara con el club

Uno de los problemas que ha apreciado es que «este equipo no está acostumbrado a estar en estas situaciones, pero yo sí en el Hoffenheim y nos clasificamos para la Europa League después de estar en el puesto 12º. Hay que pensar en el fútbol y en el lado mental del jugador».

Pellegrino sostiene que la Real se decantó por él porque «sintieron lo mismo que yo». A su juicio, se trata de «un buen encaje», porque «compartimos ideas similares de cómo abordar esta situación, la claridad y una ética muy fuerte para alcanzar la meta que quieres conseguir», sostiene.

Pellegrino desvela que se traerá a dos ayudantes, John Maisano y Omer Toprak y, lógicamente, no cierra la puerta a fichar en el mercado de invierno: «Es muy importante entender el potencial que tiene este equipo. Este equipo tiene que ganar partidos y debo trabajar con cada uno para ofrezca más rendimiento. He visto la conexión con Erik y Jokin y les puedo llamar en cualquier momento de la noche. Hemos trabajado para este equipo, para este club y para esta región», afirma.

Mi objetivo a largo plazo, seguir siendo fiel a la identidad de este club, integrar a los jugadores jóvenes a este equipo y volver a las competiciones internacionales«

Matarazzo tiene claro cuál es su propósito; en última instancia se fija volver a Europa: «Mi principal objetivo es el proceso y el fútbol que jugamos. Tenemos que rendir para ganar. A largo plazo, seguir siendo fiel a la identidad de este club, integrar a los jugadores jóvenes a este equipo y volver a las competiciones internacionales. Lo tengo muy claro».

Un hito en su carrera

Para él, el llegar a la Real supone un hito en su carrera, un «momento muy especial». Y está dispuesto a afrontar el desafío: «No estaría aquí sentado delante de vosotros, si no supiera afrontar un reto. Acepto el reto. Es una oportunidad de demostrar fuerza y conseguir un éxito. Sé dónde estoy; todo lo que he hecho es para llegar aquí. Esto es lo que soy».

Tampoco cree que el no controlar el idioma vaya a resultar un quebradero de cabeza: «No creo que sea un problema. Voy a aprender español rápidamente. Lo elegí en el instituto en lugar de francés, por suerte. Mis dos ayudantes hablan español. Hay maneras de comunicarse. A veces es una ventaja no hablar el idioma, así elegiré bien las palabras».

Matarazzo concede además mucho valor a la Copa. «Es la forma más fácil de ganar un título. Hay que poner mucho énfasis en la Copa. Tengo muchas ganas de ver el próximo partido. La Copa puede ser una gran parte de este objetivo».

Para terminar con el acto, Matarazzo volvió al castellano: «Estoy convencido de que todo lo que he hecho en mi vida ha sido para traerme aquí; voy dar todo lo que llevo dentro para que los aficionados se vuelvan a sentir orgullosos de la Real».