El cáncer de próstata es el segundo más comúnmente diagnosticado en varones con 1,4 millones de diagnósticos y 397.430 muertes en todo el mundo, según datos de 2022. Muchas variables clinicopatológicas, como los niveles de antígeno prostático específico (PSA), la estadificación clínica y las puntuaciones de Gleason, se han utilizado para …
El cáncer de próstata es el segundo más comúnmente diagnosticado en varones con 1,4 millones de diagnósticos y 397.430 muertes en todo el mundo, según datos de 2022.
Muchas variables clinicopatológicas, como los niveles de antígeno prostático específico (PSA), la estadificación clínica y las puntuaciones de Gleason, se han utilizado para caracterizar la agresividad de la enfermedad y mejorar la toma de decisiones sobre el tratamiento. Sin embargo, la evidencia acumulada sugiere que estos parámetros no capturan completamente la diversidad genómica de los tumores de próstata y, por lo tanto, pueden proporcionar un pronóstico subóptimo para este tipo de cáncer.
La integración de marcadores genómicos en los correlatos clínicos existentes podría, por lo tanto, mejorar sustancialmente la estratificación del riesgo y orientar una atención más específica para los pacientes con cáncer de próstata. Esto es especialmente relevante para los pacientes con la patología avanzada cuyos tumores presentan características genómicas distintivas y que podrían beneficiarse de recomendaciones de tratamiento genómicamente personalizadas.
Oncología de precisión
En la era de la oncología de precisión, los clasificadores de riesgo genómico (GC) han mejorado la personalización del tratamiento al proporcionar información práctica que fundamenta la toma de decisiones terapéuticas y que puede utilizarse para identificar subconjuntos agresivos del cáncer de próstata.
Desde el Instituto Moffitt Cancer Center & Research de Florida (EEUU) se ha llevado a cabo un estudio, según el cual, una prueba genómica ampliamente utilizada puede identificar con mayor precisión qué hombres con cáncer de próstata en etapa temprana tienen un alto riesgo de que la enfermedad retorne rápidamente después del tratamiento, sobre todo en razas como la afroamericana que, por otra parte, enfrentan la mayor carga de esta enfermedad.
El estudio VANDAAM incluyó a 243 hombres con cáncer de próstata en etapa temprana tratados en Moffitt, el Hospital de Veteranos James A. Haley o el Sistema de Salud de Asuntos de Veteranos de Bay Pines entre 2016 y 2021. El número de participantes, afroamericanos y blancos, fue igual al de los hombres con un riesgo clínico similar al momento del diagnóstico. Todos los hombres se sometieron a la prueba genómica Decipher en el tejido de biopsia antes del tratamiento y, cuando estaba disponible, en el tejido prostático extraído durante la cirugía. Posteriormente, se les realizó un seguimiento de aproximadamente dos años para detectar signos tempranos de reaparición del cáncer.
Para el análisis principal, los investigadores se centraron en 207 hombres con resultados completos de pruebas y seguimiento, incluyendo 104 hombres afroamericanos y 103 hombres blancos. Todos recibieron tratamiento con cirugía o radioterapia definitiva, con o sin terapia hormonal a corto plazo, según las directrices de atención estándar, y se sometieron a análisis de sangre regulares de PSA durante dos años después del tratamiento para detectar un aumento que pudiera indicar la reaparición del cáncer.
Cuando el equipo analizó a los 207 hombres en conjunto, aquellos con una puntuación Decipher de alto riesgo genómico tenían aproximadamente cinco veces más probabilidades de que su PSA volviera a aumentar en dos años que aquellos con una puntuación de bajo riesgo, incluso después de considerar la edad, el PSA, la puntuación de Gleason y otros detalles clínicos. La puntuación Decipher es una prueba genómica validada de 22 marcadores que estima el riesgo de metástasis y puede actuar como una herramienta robusta para abordar las brechas de disparidad.
Entre los hombres afroamericanos, la señal fue especialmente contundente, ya que una puntuación de alto riesgo genómico se asoció con una probabilidad aproximadamente 17 veces mayor de recurrencia temprana, y todos los hombres afroamericanos que presentaron una recurrencia pertenecían al grupo de alto riesgo genómico.
Al combinar las puntuaciones genómicas con información clínica rutinaria de los hombres afroamericanos, los investigadores pudieron distinguir con precisión a aquellos cuyo cáncer reapareció en un plazo de dos años de aquellos que no presentaron recurrencia. La relación entre una puntuación de riesgo genómico alta y la recurrencia temprana fue similar tanto en hombres afroamericanos como en blancos, así como en hombres tratados con cirugía o radioterapia definitiva.
El estudio también mostró que en, aproximadamente, tres de cada cuatro hombres que se sometieron a la prueba Decipher tanto en la biopsia como en el tejido prostático extirpado durante la cirugía, la categoría de riesgo fue la misma, lo que sugiere que la prueba de la biopsia por sí sola suele ofrecer una guía fiable antes de tomar decisiones de tratamiento. En los hombres cuyos tumores se clasificaron como de mayor riesgo genómico después de la cirugía, los cánceres en la parte frontal de la próstata presentaron una mayor probabilidad de presentar una progresión, lo que indica áreas que las biopsias rutinarias podrían no detectar por completo.
Los investigadores consideran, por tanto, que las pruebas genómicas Decipher ya pueden utilizarse como parte de la evaluación rutinaria del riesgo para ayudar a los médicos a identificar a los hombres con cáncer de próstata localizado en etapa temprana que podrían requerir un seguimiento más estrecho o un tratamiento más intensivo. «Estos resultados respaldan el uso de pruebas genómicas en etapas tempranas de la atención para que los pacientes afroamericanos encuentren la intensidad y el tipo de tratamiento que mejor se adapten a la biología de su tumor», afirmó el Dr. Kosj Yamoah, investigador principal del estudio y director del Departamento de Oncología Radioterápica de Moffitt. «Es un paso práctico para reducir las diferencias persistentes en los resultados del cáncer de próstata», concluyó.