Desvelada la gran incógnita, parece que 2026 será el año en el que veremos a Enric Mas (Movistar Team) probar fortuna en la única de las tres ‘grandes’ que todavía no conoce: el Giro de Italia. Aparcado el objetivo del Tour de Francia y a la espera de calibrar la evolución de la lesión que le ha tenido medio año alejado de la competición, la ronda transalpina asoma en el horizonte como una gran oportunidad para el ciclista de Artà, que en enero cumplirá 31 años, e intentará reivindicarse en un escenario siempre imprevisible.
Por delante, 3.459 kilómetros y 21 etapas del 8 al 31 de mayo. Bulgaria será escenario de la salida y Roma coronará al ganador del ‘trofeo sin fin’ que acredita al ganador del Giro de Italia. Con Giulio Pellizzari (Red Bull Bora) o Joao Almeida (UAE) ya confirmados, la presencia del danés y doble ganador del Tour y actual campeón de La Vuelta, Jonas Vingegaard (Visma Lease a Bike), podría dar mayor lustre a la edición 109 de la corsa rosa, que ofrece varios puntos y escenarios a tener en cuenta.
El gran hándicap de Enric está en la lucha contra el crono, que presenta un ‘muro’ de 40 kilómetros en la décima etapa, una contrarreloj en plena Toscana y que conectará Viareggio y Massa. Antes, en la etapa 7, el examen del Blockhaus, que en 2022 decidió la carrera en favor del australiano Jai Hindley, con una subida final de 13’6 kilómetros al 8’4% de pendiente media, está llamado a hacer una primera selección de cara a la pelea por la clasificación general y la maglia rosa.
Otro día marcado en rojo es la etapa catorce, con un desnivel acumulado de 4.400 metros y la subida decisiva a Pila, con 17 kilómetros y una pendiente media del 7%. En el tramo final, las etapas 19 y 20, con los Dolomitas en el horizonte, ofrece un festival dolomítico que servirá de antesala a la llegada a Roma. ¿Quién sabe si allí Enric Mas estará vestido de rosa, delante o habrá ganado alguna etapa?