La economía española muestra los primeros síntomas de desaceleración en el tercer trimestre de este año, con un freno de dos décimas en el aumento del PIB, hasta el 0,6%, pese a la fortaleza del consumo doméstico en verano.

Diez meses después de la irrupción de los aranceles de Trump, las exportaciones se han empezado a resentir y han sufrido una contracción de seis décimas, frente a la subida de 1,3% del trimestre anterior, y han frenado el ritmo de crecimiento de toda la economía.

Aun así, el consumo de los hogares entre julio y septiembre se elevó todavía un 1,2%, un ritmo de casi el doble que tres meses antes típico de la temporada turística. La inversión se mantuvo en el 1,7% y compensó en parte el freno del comercio exterior.

En términos interanuales, la economía española creció un 2,8% lo que se sitúa muy cerca de las previsiones que alcanzan un 2,9% para este curso.

Con estos datos, el 2026, comienza con un arrastre de crecimiento del 1%, lo que anticipa que el crecimiento estará en el entorno del 2% el próximo curso.

Las importaciones se mantuvieron en positivo con un 1,1% de avance, si bien se trata de medio punto menos que entre abril y junio. Esa caída también refleja el freno de la demanda interna en industria y servicios del tercer trimestre.

En términos interanuales, el crecimiento del tercer trimestre permite un ritmo de avance de la economía del 2,8%, a una décima de la previsión oficial del Gobierno y en la línea de la revisión al alza que han hecho la mayor parte de los servicios de estudios e instituciones.

La inversión, por su parte, aceleró casi tres puntos su avance interanual respecto al segundo trimestre, hasta el 8,1%, su mayor alza desde el segundo trimestre de 2021, gracias al impulso de la inversión en vivienda, que aceleró casi cuatro puntos su crecimiento, hasta el 7,3%.

Exportaciones 

También la inversión en maquinaria, bienes de equipo y armamento, que avanzó un 10,9%, por encima del 9,4% del trimestre anterior, y a la inversión en productos de la propiedad interanual, que aumentó un 6,1%, tasa 1,7 puntos superior a la del trimestre previo.

En cuanto a la demanda externa, las exportaciones desaceleraron su incremento interanual un punto, hasta el 3,3%, mientras que las importaciones elevaron su ritmo de crecimiento dos décimas, hasta el 6,8%, su tasa más elevada en tres años.

El PIB a precios corrientes aumentó un 5,7% interanual en el tercer trimestre, dos décimas más que en el trimestre precedente. En tasa intertrimestral creció un 1,4%.

Por su lado, el deflactor del PIB aumentó un 2,8% interanual, tasa tres décimas superior a la del trimestre anterior, mientras que en tasa intertrimestral se incrementó un 0,7%.

Según Estadística, el empleo creció un 3,3% en tasa interanual, una décima menos que en el trimestre precedente. En términos intertrimestrales, el empleo avanzó un 1%, dos décimas más que en el trimestre anterior.

Las horas efectivamente trabajadas aumentaron un 2,5% interanual en el tercer trimestre, nueve décimas más que en el trimestre previo y su mayor incremento desde el cuarto trimestre de 2024.

Por su parte, la productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo descendió un 0,6% interanual en el tercer trimestre, sumando dos trimestres en negativo, en tanto que la productividad por hora efectivamente trabajada subió un 0,3%, tasa un punto inferior a la del trimestre anterior y la menor desde el cuarto trimestre de 2023. En términos intertrimestrales estas tasas fueron del -0,4% en ambos casos.