La autopsia preliminar practicada al cuerpo de la mujer de 54 años hallada muerta el domingo en su vivienda de Barakaldo confirma que falleció por asfixia mecánica, previsiblemente con las manos, según ha avanzado El Correo. La Ertzaintza ya investigaba el caso como una muerte violenta por los indicios recogidos en la vivienda y los testimonios recabados.
Pocas horas después del hallazgo del cadáver, los agentes detuvieron a un hombre de 27 años, de nacionalidad española y compañero de trabajo de la víctima, por su presunta relación con los hechos. El joven permanecía desde entonces en dependencias policiales. Durante la tarde de este lunes, la Ertzaintza lo trasladó al piso de la mujer para reconstruir lo ocurrido.
Sin embargo, el detenido ofreció una versión con varias contradicciones, según El Correo. Relató que ambos fueron a la cena de empresa y que posteriormente estuvieron de fiesta. Luego acudieron al domicilio de la mujer, donde asegura que ella sufrió una indisposición. Asustado, se fue de la casa, pero regresó poco después. Al no poder abrir la puerta, llamó a un conocido con conocimientos de cerrajería. Al entrar, encontró a la mujer fallecida y, por miedo, intentó simular un ahogamiento llenando la bañera y sumergiendo su cabeza. De nuevo, se volvió a ir del lugar.
Ruidos extraños de madrugada
La víctima fue encontrada por sus hijas sobre las 11.30 horas del domingo en el baño de la vivienda, vestida y con parte del cuerpo sumergido en la bañera llena de agua. La hija menor ya había intentado entrar en el piso sobre las cuatro de la madrugada, pero no pudo abrir la puerta. Pensó que las llaves estaban puestas por dentro y se marchó a casa de sus abuelos tras llamar varias veces al timbre.
La joven dijo que, mediante una aplicación del móvil, escuchó la voz de un hombre en el interior de la vivienda. Además, una vecina declaró haber escuchado ruidos extraños en la vivienda de madrugada y aseguró que las luces estaban encendidas.