La campaña arrancó el 9 de octubre en las residencias de mayores, el 14 de octubre para el resto de la población diana y, como en temporadas previas, la vacunación se está llevando a cabo de forma descentralizada en los centros de atención primaria y consultorios del Servicio de Salud del Principado, facilitando el acceso en zonas rurales o con menor densidad de población.

En el caso de los residentes en centros sociosanitarios, la protección reforzada cobra aún más relevancia. “Además de ser generalmente personas más frágiles, están en un ambiente donde la circulación del virus es mayor y existe mayor posibilidad de contagio. Es conocido que la institucionalización en centros sociosanitarios es un factor de riesgo de hospitalización por gripe”, subraya Javier Díez-Domingo, director del Área de Investigación en Vacunas del FISABIO, Valencia, sobre los cambios que se producen en el organismo con el paso del tiempo.

La fuerte incidencia de la gripe este invierno pone sobre la mesa la importancia de la vacunación como estrategia de salud pública para reducir hospitalizaciones, complicaciones graves y fallecimientos asociados al virus. Este año, el Ministerio de Sanidad ha rebajado, por segundo año consecutivo, la edad de recomendación para la vacunación en población adulta a los 60 años, ampliando así el grupo diana en base a la evidencia acumulada en las últimas temporadas. Una decisión que responde, según Díez-Domingo, a los cambios que se producen en el organismo con el paso del tiempo.

Campaña de Vacunación

Campaña de Vacunación / SANOFI

“A partir de los 50 años, la capacidad de defenderse de infecciones (inmunidad) va disminuyendo progresivamente. A esto se le añade que con la edad el número de condiciones crónicas como diabetes, obesidad o enfermedad pulmonar crónica también va aumentando, y todos estos son factores de riesgo al tener gripe, ya que pueden agravarse y llevar a la hospitalización o incluso a la muerte”, señala.

Asturias ha ido un paso más allá en esta campaña al incorporar la vacuna de alta dosis al calendario autonómico para todas las personas de 80 años o más, así como para mayores de 60 que viven en centros sociosanitarios. Una medida estratégica para proteger a los perfiles más vulnerables. “Las personas mayores de 80 años, donde la inmunidad ya es muy baja, se benefician de una vacuna potenciada; al llevar más cantidad de antígeno tiene un efecto reforzado sobre la inmunidad y se consigue una mejor respuesta a la vacuna”, explica Díez-Domingo.

La decisión de adoptar la vacuna de alta dosis en la comunidad se basa en la evidencia científica disponible. Según el estudio Flunity-HD, publicado en The Lancet, esta protección ha demostrado una reducción adicional en hospitalizaciones por gripe superior al 30% frente a la dosis estándar en mayores de 65 años. También señala descensos significativos en los ingresos por neumonía asociada a la gripe y en eventos cardiovasculares. El trabajo analizó casi medio millón de personas en varios países, incluyendo más de 130.000 participantes españoles a través del ensayo GALFLU llevado a cabo en Galicia.

Vacunación y envejecimiento saludable

Los especialistas recuerdan que la vacunación antigripal es uno de los hábitos más recomendados para promover un envejecimiento saludable. A partir de los 60 años, una gripe moderada o grave puede tener consecuencias que se prolongan más allá de la fase aguda. “Una gripe grave en esta edad hace que se pierda el estado de salud a medio plazo; las personas mayores de 60 años pueden tardar meses en recuperar su función vital tras la enfermedad, lo que lleva a una pérdida sustancial de calidad de vida”, advierte Díez-Domingo. Por ello, insiste, “un objetivo de salud importante actualmente es cumplir años con buena calidad de vida, y mediante la vacunación conseguimos disminuir el número de gripes graves y evitar ese deterioro”.

Envecimiento saludable

Envecimiento saludable / SANOFI

Desde el ámbito europeo, el Consejo Europeo señala la vacunación como una de las herramientas más efectivas y coste-efectivas de salud pública. En España, la recomendación para la temporada 2025-2026 se dirige, además de a la población a partir de 60 años, a niños de 6 a 59 meses, embarazadas, personas con enfermedades crónicas o inmunosupresión y profesionales sanitarios y sociosanitarios.

Para cumplir con el objetivo del 75% de cobertura fijado por el Ministerio de Sanidad a partir de los 60 años, los datos de cierre del Gripómetro 2024-2025, el estudio demográfico que elabora cada temporada Sanofi, muestran que aún existe margen de mejora. La campaña de vacunación de la temporada anterior cerró con una cobertura del 64,9% en mayores de 65 años y el 35,3% en el grupo de 60 a 64 a escala estatal. En Asturias, las cifras fueron similares: 63,4% y 33,3%, respectivamente.