El Partido Popular se asoma al calendario electoral que continua en Aragón el próximo 8 de febrero como quien lee un mapa con las líneas ya trazadas: bloques definidos, centro en disputa y una convicción que repite como consigna y como diagnóstico. Así, fuentes de la dirección nacional sostienen que la clave es entender el escenario actual desde una política de bloques, en el que los dos partidos de derechas se mantienen en una tendencia positiva a costa del lado izquierdo del espectro ideológico. «Si nosotros vamos al centro y Vox capta un votante más derechista, tenemos dos de cada tres votos«, remarcan en Génova, en referencia a los resultados cosechados en Extremadura.
Extremadura mostró el pasado domingo una radiografía electoral que bien puede servir no sólo para valorar el presente, sino también para vaticinar, de cara las futuras citas electorales, donde puede estar la vía principal de los populares para «ensanchar» su espacio y acercarse a las mayorías absolutas, o depender en menor medida de un Vox al alza. En este sentido, en el PP resaltan el 60% que ha acaparado en Extremadura el bloque de derechas, una cifra que consideran una «barbaridad» y que evidencia el vuelco que ha experimentado el electorado en los últimos meses, sobre todo desde las últimas elecciones celebradas en España, como fueron las europeas de mayo de 2024.
Una lectura, la de los bloques, que en Génova consideran fundamental para los próximos comicios y se apoyan en el resultado que salió de las últimas generales. «¿Por qué no gobierna Feijóo tras las elecciones del 23 de julio? Porque la suma de PP y Vox le faltan cuatro diputados«, recuerdan los populares. De ahí que incidan en la importancia de que ambos partidos sumen votos como bloque, en vez de que haya una pugna entre ambos por el mismo electorado, una razón por la que subrayan que la subida de Vox no se produce a costa del PP, algo que ya entonó Alberto Núñez Feijóo el pasado lunes. «El problema sería que el PP bajase en el voto y Vox subiera, pero es que el PP ha subido cuatro puntos y tiene dos de cada tres votos en la derecha«, valoran en Génova, en base a los resultados extremeños.
Con este esquema, los populares se sienten reforzados al haber adoptado la estrategia de ocupar el centro, una posición «absolutamente abandonada por un PSOE polarizado». De hecho, juzgan que pueden seguir creciendo desde esta posición porque «cada vez más votantes socialistas van abandonar al PSOE«, un trasvase que ha comenzado a verse en Extremadura. «Las encuestas apuntan a un porcentaje de entre el 10% y el 12% de ciudadanos que votaron a Guillermo Fernández Vara en 2023, y el pasado domingo votaron a María Guardiola«, subrayan las fuentes consultadas, que insisten en que el «carril central ideológico» es el espacio que puede provocar la menor dependencia de Vox.
Un camino que se antoja complicado, pero que desde el PP consideran que es el que más le aproxima a la mayoría absoluta, ya sea en los distintos territorios que acudirán a las urnas el próximo año, o a nivel general. «El único partido de España que puede aspirar una mayoría absoluta es el Partido Popular», destacan en Génova, algo que contrasta con lo que se puede apreciar en el resto de Europa, donde las mayorías absolutas son «prácticamente cosas del pasado». «Que el PP aspire a eso cuando nos dan muchas tortas y nos dicen lo mal que lo hacemos pues no está nada mal», se congratulan.
En todo caso, los populares no descartan en absoluto que Vox entre en Ejecutivos regionales si así lo requiere la aritmética parlamentaria que salga de las urnas en 2026, ni lo ven como «una línea roja«, ya que es algo que ya ha sucedido en el pasado. No obstante, en Génova opinan que Santiago Abascal «tiene miedo» a entrar en cualquier gobierno porque sólo funciona «desde la bandera de la protesta». «Si él abandona la bandera de la protesta, le daría un halo de institucionalidad, que ya no podría venderse como un partido antisistema», avisan, por lo que la estrategia de Vox piensan que tiene «fecha de caducidad» al no poder vivir «toda la vida instalado en la crítica».
Con todo ello, los populares ya preparan los tambores electorales para Aragón. Una cita electoral a la que acudirán con el pulso contenido y regidos por el principio de la cautela, sin la necesidad de hablar de mayorías absolutas «en ningún momento». Lo cierto es que las encuestas auguran un mejor pronóstico para Jorge Azcón que el de Guardiola en Extremadura, y reflejan algunos escenarios en los que el PP podría apoyarse en los partidos regionalistas sin necesidad de contar con Vox. Aun así, la guerra en el bloque de la derecha sigue abierta tras saldarse la primera batalla en Extremadura, y los próximos meses irán dejando señales que ayudarán a descifrar qué podría suceder en un eventual escenario nacional en el que el bloque de derechas alcanzase los apoyos suficientes para llegar a la Moncloa.