El maleficio iba a romperse en 2025. El año que está a punto de terminar podría ser por fin el ejercicio en el que los pequeños valores lograran batir en rentabilidad a los grandes. El año anterior había consagrado la concentración del mercado en un puñado de grandes compañías americanas, bautizadas como siete magníficos, y la diversificación hacia valores más pequeños era aconsejable. Más aún en un caldo de cultivo que se antojaba propicio, con tipos de interés a la baja y ante la amenaza de una guerra comercial que podía perjudicar más a los grandes valores que a los pequeños, a menudo más centrados en el mercado local. La realidad, una vez más, ha sido distinta y las small cap no han logrado en 2025 batir en rentabilidad a las grandes cotizadas, quedando muy por detrás en algunos casos. Pero los gestores sí esperan que 2026 sea por fin el año en que los pequeños valores desplieguen todo su potencial frente a los grandes: el estímulo fiscal en Alemania y unos tipos de interés más bajos deberían jugar, esta vez sí, a su favor.
Los índices de pequeños y medianos valores van a finalizar el año empatados o por detrás de los grandes índices bursátiles. El MSCI USA Small Cap suma una ganancia este año del 14%, similar a la del Russell 2000, levemente inferior a la del 17% que ronda el S&P 500 y a distancia de la ganancia superior al 20% del Nasdaq. En Bolsa europea, el Dax Midcap (+19%) se queda ligeramente por detrás del Dax y el Ibex 35 abre brecha frente a los índices de pequeños y medianos valores. El selectivo español despunta con una subida en 2025 cercana al 50%, a mucha distancia del 26% del Ibex Small Cap o del 15% del Ibex Medium Cap.
Los pequeños valores han salido airosos, en el mercado español se dan repuntes en el año que rondan el 150% como los de Grenergy o Técnicas Reunidas. Pero no han brillado. O al menos, los índices de pequeñas compañías no han logrado imponerse a las grandes cotizadas, que han seguido concentrando este año los grandes flujos de inversión en renta variable. La clave ha vuelto a estar en los beneficios, cuya solidez ha sorprendido en las grandes compañías. Pero el momento del despegue de las small cap podría llegar por fin en 2026, según las previsiones de numerosos expertos.
“Históricamente, los ciclos de liderazgo de las small cap duran entre 6 y 14 años. Después de que las grandes cotizadas hayan liderado durante los últimos 13 años, y con la Fed apoyando activamente el crecimiento, las condiciones están maduras para un cambio de régimen”, defiende la gestora escocesa Aberdeen. Sus gestores Christopher Colarik y Tom Harvey reconocen que el crecimiento mediocre de las ganancias es una de las causas de la baja rentabilidad de las small cap en los últimos años. Sin embargo, en un entorno de costes de financiación más bajos gracias a la caída de tipos de interés y después de años de dominio de los siete magníficos los inversores buscan cada vez más diversificar sus carteras alejándose de la concentración en grandes capitalizaciones. “Las small caps ofrecen una representación sectorial más amplia y un enfoque más centrado en el mercado domésticos”, defienden.
El descuento con el que cotizan los pequeños valores frente a los grandes ha servido este año para atraer inversión y puede ser un reclamo aún más fuerte en 2026 para Nick Sheridan, gestor de carteras de Janus Henderson, que cifra ese descuento en torno al 17%. “Las valoraciones de las empresas de pequeña capitalización a nivel mundial siguen siendo atractivas en comparación con las de gran capitalización”, asegura. A favor de las small cap, Sheridan argumenta que “la inflación se encuentra en niveles más moderados, los conflictos se están suavizando, los precios de la energía se han estabilizado y los bancos centrales están reajustando la política monetaria”, con más recortes de tipos de interés previstos. Reconoce que ese entorno positivo no se ha reflejado en los precios de las acciones de pequeña capitalización a causa del “crecimiento relativamente anémico de los beneficios”, pero defiende que “las pequeñas capitalizaciones mundiales están preparadas para una posible revalorización, si la confianza económica y el impulso de los beneficios se fortalecen en 2026”.
En DWS ven imprescindible una buena estrategia de diversificación por regiones, sectores, estilos de inversión y divisas para el nuevo año y dentro de la renta variable, destacan a las pequeñas y medianas capitalizaciones europeas, que se supone que se beneficiarán de las políticas fiscales expansivas en Alemania y en Europa. Pero también en EE UU, donde Columbia Threadneedle espera un crecimiento de los beneficios empresariales de las pequeñas compañías de entre el 15% y el 20% en 2026, por encima de la banda de entre el 10% y el 12% que calcula la firma para las empresas del S&P 500.
El año nuevo traerá tipos de interés más bajos en EE UU, donde se esperan al menos dos recortes, y un coste de financiación en teoría más asequible para que las pequeñas empresas acudan al mercado de capitales. Nicolas Janvier, responsable de Bolsa estadounidense de Columbia Threadneedle, cree que esos dos elementos se darán en 2026 y que llegan además en un momento en que las pequeñas compañías cotizan con descuento frente a las grandes. “Creo que 2026 podría ser un buen año para las small cap, pero llevo diciendo eso desde hace varios ejercicios y todavía no hemos tenido ese rendimiento superior”, reconoce con resignación.