Hay quien asegura que los polos opuestos se atraen. ‘First Dates’ ha tratado de demostrarlo este martes; sin embargo, no le ha salido tan bien como se esperaba. Roberto (51 años) llegaba al restaurante alardeando de lo mucho que le gusta ser único y diferente y con un montadito de panceta de su cafetería: «Quería que los probarais». Es un apasionado confeso de los toros, especialmente ahora que uno de sus amigos está triunfando en el mundo del toreo. Buscaba a alguien diferente al resto, que fuese «respetuosa, que tenga clase, elegante y que sea de verdad». Natalia (43 años), su cita, cumplía sus exigencias, pero era tan distinta que tenía poco –o nada– que ver con el empresario.
La teleoperadora hace cabaret, canta y baila. Asegura que si hay una palabra que le define esa es feminidad. A Roberto le ha entrado por los ojos. A ella, su cita no tanto: «Lo veo así, estilo andaluz, por la forma de vestir, las patillas que lleva… Ya no hay hombres así». El empresario se ha dado cuenta rápidamente de que a ella le gusta la fiesta, pero parecía no importarle demasiado. «Para mí, es espectacular», ha confesado a las cámaras de ‘First Dates’.
Aficiones totalmente dispares
La cena ha empezado con Roberto ilusionado y Natalia brindando porque «salga bien la cita». Han hablado sobre sus aficiones. La teleoperadora le ha contado que hace pole dance (o baile en barra), danza oriental y ‘sensual dance’. «El tema erótico me llama muchísimo la atención. Además, con el cuerpo que tiene, verla bailar debe ser un escándalo», ha apuntado el empresario. A Natalia no le ha gustado la proximidad de su cita con el mundo del toro: «No me gusta. No he ido nunca a ninguna corrida y no me atrae».


Pese a que se desaconseja hablar de política en la primera cita, Natalia le ha confesado a su cita que es apolítica «con tendencia al PSOE». Él no es de derechas, es «de más arriba». «Escucha, apaga la luz que nos vamos», ha dicho Roberto tras esta confesión.
La confesión de Natalia que ha echado para atrás a Roberto
También han hablado de lo mucho que le gusta a Natalia salir. Le ha contado que prefiere «el ambiente del transformismo, la noche drag«. Roberto no sabía muy bien de lo que le hablaba. «Tengo muchos amigos gays y he salido mucho con gays, drag queens, transformistas… Ese mundo me apasiona. Además, todos los hombres huyen cuando les digo que me gusta todo el mundo del transformismo», le ha explicado. Ante esto, Roberto ha dejado claro que él no ha escapado nunca «de nada ni de nadie», aunque sí que le gustaría saber de qué estaba hablando su cita.
Natalia incluso se ha atrevido a contarle que tiene fantasías sexuales con ellos. «Me pone muchísimo hacerlo con un drag queen. Vestido de drag queen, con todo, o bien maquillado como una mujer, pero sin peluca y con pezoneras», le ha contado. Roberto le ha escuchado, pero ha aclarado que no está dispuesto a pasar por ahí: «Ya te digo yo que no. ¿Estamos locos?». Tampoco haría un trío con su cita y uno de ellos. «Ahí no somos compatibles para nada», ha señalado.
En el reservado, Natalia le ha hecho una pequeña actuación. «Peculiar, la verdad es que es peculiar. Yo soy muy diferente», ha confesado a las cámaras de ‘First Dates’ después de verla. La teleoperadora opinaba igual que él. «No es mi estilo de chico. Me gustan los hombres un poco más altos y más cuidados. Físicamente con más pectorales», ha dicho ella.
En la decisión final, Natalia ha sido la primera en contestar: «No tendría una segunda cita. Físicamente, creo que no ha habido una atracción a primera vista». Roberto tampoco la tendría porque son completamente incompatibles: «Políticamente, tú tienes unas ideas y yo tengo otras. Ni yo quiero cambiarte a ti ni tú vas a cambiarme a mí, y eso es algo que me gustaría que tuvieras siempre presente. Sé siempre tú como tú eres, que eres una gran mujer». Se han despedido con dos besos y el deseo de tener «mucha salud».