Los Mossos d’Esquadra han comunicado este jueves que ha sido localizada “sana y salva” en la población italiana de Vitulazio a Gina, la niña de cinco años a la que su padre no entregó a su madre tras pasar con él los días previstos en el régimen de visitas el segundo fin de semana de este mes. El hombre, que pasa con la niña los fines de semana alternos, no entregó a Gina a Laia C., a su madre, en el punto de encuentro previsto, en El Prat de Llobregat (Barcelona). La niña fue localizada hace dos días, con su padre y la familia que tiene en Italia. Ahora Gina se encuentra en un centro de menores a la espera de que la fiscalía italiana decida los pasos a seguir. Técnicamente, el caso supone una sustracción de la menor.

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La policía catalana ha explicado que en la localización niña ha sido clave la “estrecha colaboración con las autoridades italianas a través de SIRENE (el sistema con el que las policías europeas comparten información) y la participación de una agencia de detectives privados”. Vitulazio es un municipio de 6.500 habitantes de la provincia de Caserta, en la Campania, cerca de Nápoles.

Fuentes policiales detallan que la niña está en buen estado, que “siempre ha estado cuidada” y que el padre tenía intención de quedársela, pero no de agredirla, como ocurre en casos de violencia vicaria. También ha señalado el relevante papel que ha tenido en el hallazgo la agencia de detectives que contrató la familia de la madre.

La madre de Gina denunció los hechos el pasado día 14 y explicó que desde hacía más de un año, el progenitor, Facundo N., de nacionalidad argentina, pero con familia en Italia, se quedaba con la hija, cumpliendo las condiciones que había estipulado un juez. Laia C. había denunciado al padre por malos tratos psicológicos, un caso que está pendiente de juicio, previsto para febrero del próximo año. Cuando presentó la denuncia, el padre tenía el móvil desconectado.

Tras la denuncia presentada el día 13, los Mossos activaron los controles que se pueden realizar a nivel español e internacional, comenzando por los puntos donde el padre tiene familia: la provincia de León, Italia y Argentina. En León, la Guardia Civil no le localizó, y se activó el sistema SIRENE y se avisó a la Interpol para avisar si tenía la intención de llevarse a la niña a Argentina. En ambos casos se activaron filtros en aeropuertos y puertos.