La plaza de toros de Zamora ya cuenta con capellán con nombramiento oficial y es el sacerdote Juan José Carbajo que, además de ejercer su oficio con la diligencia debida, cuenta con el plus de ser aficionado a la tauromaquia.

Carbajo, que es párroco de Bermillo de Sayago y de otros 17 pueblos, ha ejercido ya en su nuevo cargo durante la pasada Feria Taurina de San Pedro de la capital zamorana, en la que cuenta que ha estado junto al gerente de la plaza, José Ignacio Cascón.

Para que pudiera prestar su servicio de asesoramiento y acompañamiento espiritual a matadores de toros y otros profesionales taurinos, Juanjo Carbajo fue nombrado de manera oficial por el obispo de Zamora, Fernando Valera.

«Yo soy aficionado, entonces, no deja de ser una cosa que me gusta, por afición», cuenta Carbajo sobre su nombramiento como capellán taurino, que asume «para servir y con alegría».

Como reconoce, puede que, detrás de este nombramiento, esté el I Encuentro Internacional de Capellanes y Sacerdotes Taurinos celebrado el año pasado en Zamora. Aunque se trata de una petición que, además de por parte de los propietarios de la plaza, la familia Cacho, como relata, se le había sugerido al obispo «en círculos del mundo taurino en Zamora» y, «finalmente, vio que era una atención pastoral normal como tiene tantas atenciones pastorales la Iglesia en la Diócesis». «A raíz de esta petición que se ha hecho al obispo y él, con el deseo de ofrecer de la mejor forma y en el mejor modo, habló conmigo», explica Carbajo.

Juanjo Carbajo (segundo por la izquierda), en la Semana Taurina del Club La Opinión-El Correo de Zamora. | J. L. FERNÁNDEZ (ARCHIVO)

Juanjo Carbajo (segundo por la izquierda), en la Semana Taurina del Club La Opinión-El Correo de Zamora. | J. L. FERNÁNDEZ (ARCHIVO)

El nuevo capellán de la plaza cuenta también que ya había participado varios años en las corridas de toros de la capital zamorana al lado de «una figura importante en nuestra plaza», el cirujano Enrique Crespo y su familia, que «no dejan de ser historia viva de la plaza». Como ya lo es él mismo.

Con ellos, dice, ha comentado un proyecto de mejora de la capilla de la plaza, que «tiene necesidad de que sea un espacio no tan frío», sino un «lugar con otro cariño y otra forma». «Lo que vayamos haciendo» lo hablará con el empresario del coso, así como «las necesidades que pidan», además del acompañamiento a los toreros previo al festejo «para que te conozcan, que sepan que estás, que existes», relata.

«Y luego el momento de estar en la plaza, como está el equipo médico, como está el asesor artístico, como está el presidente, cada uno con su función y con su tarea», indica Juanjo Carbajo sobre su nueva función en la plaza de toros de Zamora, de la que dice que «históricamente, esto es una cosa propia exclusivamente española e hispanoamericana». «Fuera de nuestra cultura, a lo mejor, es una cosa que no resulta entendible», dice Carbajo, cuyo nombramiento se suma al de los capellanes de la Maestranza de Sevilla o de los cosos de Ciudad Real, Albecete, Cuenca o Valdepeñas, hechos tras el Encuentro Internacional de Zamora celebrado en año pasado.