Un divertido policiaco francés, con un plantel actoral en estado de gracia, insufla comicidad y cine negro a la cartelera
Miércoles, 6 de agosto 2025, 19:03
| Actualizado 20:05h.
Es inevitable relacionar ‘Misterioso asesinato en la montaña’, uno de los estrenos del fin de semana, con ‘Fargo’ y los hermanos Coen. Franck Dubosc, máximo artífice como director de comedias como ‘Rumba terapia’ o ‘Sobre ruedas’, también actor principal (‘Los hombres lobo’, ‘Mamá se va de viaje’), firma una entretenida historia que tiene lugar en un escenario nevado donde se produce un embrollo descomunal, con un peculiar tono humorístico. El enredo que describe esta comedia negra comienza cuando un matrimonio, con una vida ejemplar aislados en las montañas, atropellan por accidente a un fiero oso. En el trágico incidente mueren dos narcotraficantes con dos millones de euros a sus espaldas. El jugoso botín acaba en los bolsillos de la pareja. Ambos son incapaces de desaprovechar la oportunidad de hacerse ricos, con lo cual se ven obligados a ocultar el suceso para no levantar sospechas. Sin embargo, la policía local no tarda en hacer preguntas incómodas.
‘Misterioso asesinato en las montañas’, de nacionalidad francesa -luego susceptible de tener un remake, no tardando mucho, por estos lares- fusiona el thriller y la comedia con desparpajo, planteando un dilema ético que afecta a los protagonistas, cuya moral se pone en entredicho. El incidente y posterior robo del dinero sucio produce un giro salvaje en la existencia del matrimonio, interpretado por el propio Dubosc y Laure Calamy (‘Vacaciones contigo … y tu mujer’). Completan el solvente reparto Benoît Poelvoorde, cara visible en el filme de culto ‘Ocurrió cerca de su casa«, y actor fetiche de Quentin Dupieux (»Fumar provoca tos’, ‘Bajo arresto’), Joséphine de Meaux (‘Intocable’), Kim Higelin (‘El consentimiento’) y Emmanuelle Devos (‘Crónica de una mentira’). Además de entretener, la ácida tercera incursión en la dirección de Dubosc, también co-guionista junto a Sarah Kaminsky, invita a la reflexión, con algunos momentos insolentes, por no decir políticamente incorrectos. El cineasta galo maneja con buen pulso el desarrollo in crescendo de los acontecimientos, con el correspondiente suspense. Se entiende la metáfora: un desvió en el camino, el mismo que provoca el accidente y trastoca las vidas de los ladrones casuales, supone una avalancha de malas decisiones que caen por el barranco. La nieve se va acumulando, al mismo tiempo que los errores fatales que llevan a un desenlace que refleja hasta qué punto de ruindad puede llegar un ser humano para conseguir sus desviados propósitos.
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