Hace pocos días que Marvel publicó el primer avance de Vengadores: Doomsday. No era un tráiler como tal, sino que más bien buscaba anticiparse a la filtración de un pequeño teaser centrado en uno de los elementos principales de la película, como era el retorno de Chris Evans como el Capitán América. A siete años de su despedida en Vengadores: Endgame, el intrépido Steve Rogers volverá a empuñar el escudo para enfrentarse a una gran amenaza… con el rostro de un antiguo aliado.

Robert Downey Jr., que en el gran crossover que clausura la Saga del Multiverso del MCU interpreta al Doctor Doom. Con lo que es un gran acontecimiento, capaz por sí mismo de focalizar la sucesión de blockbusters que nos traerá 2026: la idea es que Doomsday (film que, en sintonía a este empeño por remitir al anterior clímax de Marvel, vuelven a dirigir Joe y Anthony Russo) se estrene el 19 de diciembre de 2026. Lo curioso es que esta fecha es la misma que la de otra secuela mastodóntica. Nada menos que Dune: Parte 3.

Denis Villeneuve ha dirigido para Warner la continuación de Dune: Parte Dos que estrenó en 2024, pasando a adaptar la siguiente novela de Frank Herbert (El mesías de Dune) para tratar de cerrar el arco dramático del Paul Atreides que encarna Timothée Chalamet. Es otro estreno de primera fila, así que sorprende que Warner haya querido fijarlo para la misma fecha que Doomsday. Ya hay quien habla de otro Barbenheimer en referencia a cuando durante el verano de 2023 coincidieron Barbie y Oppenheimer, y esto se saldó con una mayúscula taquilla.

El caso es que la situación no sería exactamente la misma, pues la clave del Barbenheimer es que apelaba a segmentos de público distintos (no eran competencia directa), mientras que Dune y Vengadores no dejan de estar destinadas a la típica audiencia de blockbusters épicos y masculinizados. Alguna de las películas podría salir escaldada de esta coincidencia, y es por ello que se rumoreaba que Warner iba a acabar dando su brazo a torcer, retrasando o adelantando Dune: Parte 3.

Tanto una como otra han terminado de rodarse (Dune: Parte 3 terminó en noviembre, y Doomsday algo antes pero tiene previsto grabar reshoots de un momento a otro), así que todo depende de lo que prefieran los estudios. Dos famosos periodistas de Hollywood, Matt Belloni y Jeff Sneider, han estado indagando y parecen conocer la postura de Warner. Y ambos, cada uno en su programa, aseguran que la major no se quiere echar para atrás.

Warner, envalentonada

Desde Warner argumentan que ellos fijaron la fecha primero, y que debería ser Disney la que cambiara el estreno de Doomsday. Seguramente los productores aspiran a que Dune: Parte 3 tenga una premiere en el Festival de Venecia, y que se tope con un recibimiento de la crítica capaz de allanar el camino a los Oscar. Al fin y al cabo, Dune es susceptible de prestigio académico, algo de lo que Doomsday difícilmente se beneficiará.

Por otro lado, la negativa de Warner ilustra algo interesante. Y es que, por mucho que la major esté en una situación muy complicada ahora mismo (con esa compra por parte de Netflix que a saber en qué cristaliza), no tiene miedo de Marvel. Dune: Parte Dos hizo 714 millones de dólares: un taquillazo que no llega a los mejores días de Marvel… pero que son días, a fin de cuentas, de los que ya ha pasado mucho tiempo.

Marvel ya no es lo que era. Exceptuando el taquillazo de Deadpool y Lobezno el año pasado, sus películas más recientes no han terminado de cuajar. La excepción podría haber sido la que justamente es la antesala a Vengadores: Doomsday (junto a Spider-Man: Brand New Day, que se estrenará en el verano de 2026), y que se estrenó este verano. Los 4 Fantásticos: Primeros pasos, no obstante, ganó 521 millones de dólares; le superó el Superman de James Gunn desde la competencia DC.

Aun siendo una cantidad respetable, los días en que Marvel Studios podía inspirarle el miedo suficiente a Warner como para cambiar de postura deben de haber quedado atrás.