Vivir en un piso pequeño es, para muchos, un desafío constante: dónde almacenar, cómo organizar, qué muebles elegir o cómo evitar que la casa se vea saturada. Sin embargo, para la interiorista Laura Martínez, con su propio estudio homónimo y con más de quince años de experiencia, los metros cuadrados no determinan la calidad de vida: lo hace el diseño. Su enfoque, profundamente humano, parte de entender cómo vive cada persona y cómo debe responder el espacio a esas necesidades. Y desde ahí, dar forma a hogares funcionales, acogedores y llenos de alma.
«Vivir en un espacio pequeño no significa renunciar al confort ni al diseño«, explica. «Trabajamos para que cada metro cuadrado se convierta en una oportunidad para expresar estilo, funcionalidad y personalidad«. Bajo esta premisa, la interiorista desgrana las claves que mejor funcionan para transformar una casa pequeña en un lugar amplio en sensaciones.
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RBA
Ideas para pisos pequeños
Muebles a medida
Si hay un recurso que Laura Martínez defiende sin dudar es el mobiliario hecho a medida. «Los muebles a medida son grandes aliados cuando se trata de optimizar metros«, afirma. Y no es casual: permiten ajustarse exactamente a las proporciones de cada estancia, aprovechar rincones complicados y generar almacenaje inteligente sin sobrecargar la vista.
Desde bancos con hueco inferior, cabeceros con repisa integrada, hasta estanterías empotradas que desaparecen en la arquitectura, la personalización permite mantener un orden visual impecable y despejar la circulación. Para la interiorista, son soluciones que aportan calma y evitan la sensación de caos tan frecuente en viviendas pequeñas.
El Mueble
La luz, el recurso que amplía
La luz, tanto natural como artificial, es otra de las herramientas fundamentales. Martínez lo resume de forma clara: «La luz juega un papel fundamental. Potenciar la iluminación natural mediante cortinas ligeras, tejidos translúcidos y paletas cromáticas suaves ayuda a que el ambiente se perciba más amplio y fresco».
En sus proyectos es habitual encontrar estores que filtran la luz, tejidos vaporosos y una gama de colores neutros que reflejan claridad sin perder calidez. La luz artificial, por su parte, se construye en capas: «Las tiras LED ocultas, los apliques murales o las lámparas suspendidas crean profundidad y atmósfera sin restar superficie útil«. De esta manera, se evita llenar el espacio de lámparas voluminosas y se consigue una iluminación envolvente.
Estudio de Interiorismo Laura Martínez
Texturas naturales
Aunque el blanco, los beiges o los tonos piedra ayudan a agrandar visualmente los espacios, Laura Martínez insiste en que un interior no debe caer en la monotonía. «Los colores claros amplían visualmente los espacios, pero para evitar la monotonía es esencial incorporar distintas texturas», explica.
En su estudio suelen trabajar con maderas naturales, linos, cerámicas artesanales o piedras suaves que añaden riqueza sensorial sin saturar. Para la interiorista, un espacio pequeño puede ser grande en sensaciones si se combina un equilibrio cromático bien estudiado con materiales que aporten calidez y verdad.
Estudio de Interiorismo Laura Martínez
Orden, coherencia y propósito
Si los metros escasean, el orden se convierte en una obligación estética y funcional. Martínez lo expresa así: «El orden y la coherencia visual son imprescindibles. Cada objeto debe tener un propósito y una razón para estar allí; de esta manera, el ambiente se percibe armonioso y funcional».
Su recomendación pasa siempre por usar almacenaje oculto, piezas versátiles y evitar acumular objetos sin sentido. El objetivo es que el espacio respire, que la vista fluya de un punto a otro sin interrupciones.
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El Mueble
Diseño consciente: la gran conclusión
En palabras de Martínez, «aprovechar los espacios pequeños sin perder el estilo es una cuestión de diseño consciente, equilibrio y autenticidad». Su estudio apuesta por transformar cada centímetro en una oportunidad para inspirar bienestar, belleza y armonía.
Una filosofía que, lejos de quedarse en lo conceptual, aplica en cada proyecto: desde pisos diminutos hasta locales comerciales que requieren soluciones ingeniosas. Porque, al final, los metros son solo números. Lo que realmente transforma un espacio es la intención con la que se diseña y la vida que se quiere vivir dentro de él.