En lo que va de temporada, desde octubre y hasta el 21 de diciembre, un total de 2.426 personas han precisado ser ingresadas en alguno de los centros hospitalarios gallegos por complicaciones derivadas de la gripe, una cifra muy distinta a la que registraba la Administración gallega un año atrás, cuando se habían notificado 124 ingresos. La situación es diferente: el año pasado el pico de la onda epidémica se retrasó y tampoco provocó una gran afectación, mientras el de este año, como volvía a explicar ayer el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, ha pasado ya, aunque la Xunta espera que se pueda producir un segundo pico.

«Es probable que hayamos alcanzado ya lo que es el pico de la pandemia, probablemente», comentó ayer a la prensa el responsable de Sanidade. Enseguida matizó que se trata del «primer pico» porque, añadió, «si se reproduce el comportamiento de 2023 probablemente haya otro pico más adelante». Por eso volvió a insistir en la necesidad de seguir «recomendando» a la población medidas de prevención.