“El brutalista”, del cineasta Brady Corbet, fue una de las películas de 2024. Premiada en los Oscar, el Festival de Cine de Venecia y los Globos de Oro, la película recorre la vida de László Tóth, un arquitecto húngaro de religión judía, que tras sobrevivir al Holocausto, emigra a EEUU. Allí se convierte en el portador de un nuevo lenguaje arquitectónico, el brutalismo, que va a deslumbrar al público norteamericano.

Evolución monumentalista de la arquitectura moderna, el brutalismo es un estilo odiado y amado a partes iguales. Tuvo su esplendor entre los años 50 y 70, con el hormigón desnudo y las formas rotundas como principales banderas. No se trata de un lenguaje fácil. Aunque durante algún tiempo fue muy denostado, en los últimos años ha sido progresivamente reivindicado. La exitosa película de Corbet, con Adrien Brody en el papel protagonista, no ha sido ajena a esta rehabilitación de un estilo arquitectónico que, dato curioso, en los años de la Guerra Fría triunfó por igual, tanto en el mundo capitalista como en el socialista.

Brutalismo “a la asturiana”

España no fue ajena a la moda del brutalismo, que dejó un buen puñado de ejemplos diseminados por toda la geografía asturiana. La mayoría de estas obras llevan el sello de un excepcional arquitecto cangués, Ignacio Álvarez Castelao.

Nacido en 1910 en Cangas del Narcea, Álvarez Castelao se formó en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, terminando sus estudios en 1936, el año del estallido de la Guerra Civil. Voluntario en las filas del bando sublevado, Castelao trabajó elaborando proyectos para edificaciones militares, lo que le permitió adquirir experiencia en distintas técnicas, que se verán reflejadas posteriormente en su obra, en particular en el uso del hormigón armado.

Álvarez Castelao pintado en 1961 por Nicanor Piñole.

De vuelta a Asturies, en 1941 obtiene una plaza de arquitecto en Hacienda. Una posición cómoda que le permite combinar su trabajo de funcionario con su estudio particular. Frente al historicismo y las imitaciones de la arquitectura imperial de Felipe II, que son hegemónicas durante el primer franquismo y tienen en la Universidad Laboral de Xixón su obra cumbre, Castelao sigue siendo un arquitecto mucho más ligado a Le Corbusier y los principios del movimiento moderno. Los había abrazado en su juventud en Madrid, y se mantuvo fiel a ellos durante toda su carrera.

De la travesía por el desierto al éxito y el reconocimiento

Durante su particular travesía por el desierto, la década de los 40, Castelao seguirá investigando, viajando y desarrollando su curiosidad por lo que estaba pasando en Europa. Una curiosidad que le llevaría incluso a conocer personalmente al gran arquitecto finlandés Alvar Aalto. Su gran momento va a llegar a partir de la segunda mitad de los 50, primero con encargos de viviendas unifamiliares y empresas eléctricas, y más tarde con grandes edificios y obras públicas.

Central Hidroeléctica de Silvón, 1962-1969, Boal. Foto: Patrimoniu Industrial.

Viviendas para trabajadores de la central de Soto de Ribera, 1962-1968. Foto: Archivo Docomomo Ibérico

Viviendas de Electra de Viesgo en Navia, 1961-1964. Foto: Docomo Ibérico

El Serrucho, 1958, Oviedo/Uviéu. Foto: Docomo Ibérico

El Serruchín, 1958, Oviedo/Uviéu. Foto: Docomo Ibérico

Proyecto de viviendas de funcionarios de Hacienda, Oviedo/Uviéu, 1956-1957.

Edificio de viviendas en General Elorza, 1958-1962, Oviedo/Uviéu. Foto: David Aguilar Sánchez

Edificio de viviendas en General Elorza, Oviedo/Uviéu. Foto: David Aguilar Sánchez

Delegación de Hacienda, Oviedo, Uviéu, 1958-1966. Foto: Docomomo Ibérico.

Facultad de Geología en los años 60.

Interior de la Facultad de Geología, 1965-1969, Oviedo/Uviéu. Foto: David Aguilar Sánchez

Interior de la Facultad de Geología. Foto: David Aguilar Sánchez

Facultad de Geología. Foto: David Aguilar Sánchez

Facultad de Medicina, 1970-1974, Oviedo/Uviéu. Foto: David Aguilar Sánchez

Facultad de Medicina. Foto: David Aguilar Sánchez

Aulario de Medicina. Foto: David Aguilar Sánchez

Medicina. Foto: David Aguilar Sánchez

Edificio de la calle Santa Teresa, 1960-1961, Oviedo/Uviéu. Foto: David Aguilar Sánchez

Edificio de la calle San Francisco, Oviedo/Uviéu, 1967.

Techo de la gasolinera de La Tenderina, Oviedo/Uviéu, 1958-1959.

Techo de la gasolinera de La Tenderina, Oviedo/Uviéu, 1958-1959.

Escuela de Ingenieros de Xixón, una de sus últimas obras, de 1979.

Oficinas de HUNOSA, Oviedo/Uviéu, 1974.

Su obra destacó por concebir proyectos que combinaban innovación formal y rigor funcional, incorporando a menudo obras de artistas plásticos en sus edificios como los escultores José María Navascués o Joaquín Rubio Camín. Su trabajo se caracterizó además por una voluntad de adaptar la modernidad a las peculiaridades del entorno asturiano. Entre sus obras más emblemáticas están los edificios residenciales Serrucho y Serruchín en Oviedo/Uviéu, varias facultades de la Universidad —como las de Geología y Medicina— o la reforma de la delegación de Hacienda, en la que añadió, no sin polémica, un edificio completamente nuevo al histórico convento de Santa Clara. Todas estas obras se encuentran catalogadas en el DOCOMOMO Ibérico, un archivo dedicado a preservar la huella de la no siempre apreciada arquitectura moderna en España.

Además de arquitecto talentoso, Álvarez Castelao sobresalió desde el punto de vista tecnológico. Entre sus aportaciones destaca en 1942 la creación de un sistema de Forjados de material cerámico y nervios de hormigón armado MIT. Posteriormente diseñó el Nudo Castelao, sistema de ensamblaje que empleó en 1958 para construir la cubierta de la estación de servicio de la Tenderina, mediante una estructura espacial ligera en forma hexagonal.

El debate sobre Los Hongos

En 1983, poco antes de morir, el Museo de Bellas Artes de Asturias rendía un homenaje al “brutalista asturiano” con una exposición y una mesa redonda. Hoy sin embargo, a pesar del unánime reconocimiento de los especialistas a la importancia de Álvarez Castelao para la arquitectura asturiana de la segunda mitad del siglo XX, una de sus principales obras se encuentra amenazada de derribo.

Programa del homenaje en el Bellas Artes

Los Hongos durante su construcción.

Proyecto HUCAMP con la recuperación de Los Hongos.

Proyecto de HUCamp.

Se trata de Los Hongos —una construcción de 1964 realizada en colaboración con Francisco de Saro— situada en el entorno del antiguo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) en Oviedo/Uviéu.

Si bien los proyectos iniciales para la remodelación del viejo HUCA contemplaban su conservación y rehabilitación como centro social, hoy la opinión del Principado resulta favorable a su demolición, alegando que las estructuras se encuentran en un estado irrecuperable. Una cambio de posición que obvia una cuestión fundamental: ¿Cuál ha sido durante estos años la labor de conservación del Principado de los edificios que antes defendía preservar y ahora sin embargo decide declarar en ruinas?