Álvaro Martínez Lobato (Valladolid, 31 de diciembre de 1999) comenzó a jugar al balonmano de muy pequeño junto a su hermano Miguel -también fichado por … el BM Logroño- y otros seis chavales. La mitad de ellos eran zurdos y después de probar algún tiempo en el centro de la primera línea acabó en los seis metros, una parcela en la que se siente cómodo y puede jugar con su hermano Miguel prácticamente con una mirada
– ¿Cómo está siendo la pretemporada?
– Pues la verdad es que dura, bastante dura. Pero estoy bastante contento por el cambio y por el grupo de jugadores que hay en el equipo.
– Me decía su hermano -y también leí en una entrevista- que no fue un fichaje ‘dual’ sino que firmaron su contrato en diferido.
– Sí, mi hermano firmó dos meses antes que yo, creo recordar. Y la verdad es que Logroño es un buen sitio para crecer como jugador y además tenemos familia aquí porque somos de Albelda, por así decirlo. Nuestros abuelos vivieron aquí hace muchos años, al igual que mi padre.
– También le preguntaba cómo un zurdo acaba de pivote. Y dijo que era el peor de todos…
– (Risas). Di que no. Di que éramos ocho jugadores en el patio del colegio de La Enseñanza y éramos cuatro zurdos. Y yo jugaba de central hasta la categoría cadete. Y luego ya dije, va, me voy para pivote que ya me tocaba correr mucho (más risas).
– Hablaba con Aitor García hace unos días y estaba muy sorprendido con el nuevo balonmano que ha descubierto en Logroño después de tantos años en el Anaitasuna. ¿Le sucede lo mismo? ¿O al ser de la misma escuela no le sorprende tanto?
– Sí, la verdad es que el juego es muy parecido al del Atlético Valladolid. Al fin y cabo, Miguel (Velasco) es un gran entrenador que viene de la escuela pucelana como se suele decir. Creo que las jugadas no son tanto el cambio de entenderla como tal, sino el cambio de aprenderla, más que otra cosa.
– Bueno, hábleme de sus virtudes. ¿Qué tipo de pivote considera que es?
– Soy un pivote bastante listo en la línea, por así decirlo. Sé cuándo es el momento de correr, el momento de bloquear, el momento de emparejarme y con quién. Y bueno, que a raíz de que el partido va surgiendo, creo que ahí donde se ve un poco la experiencia también.
– ¿Qué grupo se ha encontrado? Son ocho caras nuevas…
– Aunque seamos ocho caras nuevas, quitando un par de jugadores creo que todos nos conocemos de la liga. El grupo es bastante nuevo y creo que hay mucha, mucha calidad. No me imaginaba que iba a ser tanta, pero es de grata sorpresa. Creo que el equipo va funcionar y eso es lo más importante ahora.
– Va ser una plantilla corta. Habrá que lidiar con eso, ¿no?
– Sí, bueno. Es verdad que la plantilla corta, al fin y cabo hay menos cambios, pero creo que los jugadores cogerán más confianza en ese momento. Con la calidad que hay, no hay duda.
– ¿Se anima a decir a qué debe apuntar el equipo?
– Pues sí es verdad que yo siempre aspiro por quedarlo lo más alto posible, eso es así. Un objetivo como tal pues no hay, pero creo que con un buen rendimiento y hacer del Palacio un fortín creo que es suficiente.
– ¿Y su objetivo personal?
– Pues seguir creciendo. Creo que por lo que más destaco es por mi faceta goleadora y me gustaría seguir aprendiendo y mejorando en ese sentido. También me gustaría aportar en defensa.
– Jugar con su hermano es un plus, ¿no? Llevan juntos muchos años con mecanismos que solo entienden ustedes. ¿Es así?
– Sí, la verdad es que llevo jugando con él veinte años. Y aunque parezca mentira no hablamos de ninguna jugada ni de nada. Lo único que con mirarle ya sé que va a meter el pase por aquí o por acá, sin ningún gesto.
Sergio Carrascón se une al cuerpo técnico franjivino
El preparador físico Sergio Carrascón trabaja desde el lunes pasado con el cuerpo técnico del Ciudad de Logroño, según informó el club en sus redes sociales. «El logroñés cuenta con una amplia experiencia en el trabajo físico aplicado al balonmano», destacan desde la entidad franjivina, lugar en el que hace varios años hizo sus prácticas Carrascón. El preparador físico riojano ha trabajado con distintos jugadores y durante las últimas temporadas formó parte del cuerpo técnico del Sinfín junto a Rubén Garabaya, hoy en Macedonia.