El club alcanzó un acuerdo con el jugador por el que se comprometía a dejarlo marchar gratis si éste traía una buena oferta de Arabia Saudí
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Acaba el periplo de Iñigo Martínez en el FC Barcelona. Breve pero intenso, como es él. Llegó reconociendo que su ídolo azulgrana, el jugador con el que más identificado se sentía, era Carles Puyol y se va habiendo hecho honor al eterno capitán culé. Su paso por can Barça ha estado muy por encima de las expectativas. Tras asumir un rol secundario a las órdenes de Xavi Hernández en su primera temporada, Iñigo Martínez ha rendido a un nivel excepcional durante su segundo curso, con Hansi Flick en el banquillo. Se va del Barça porque quiere, pero con honores.
Iñigo cierra esta etapa de la mejor manera posible, con honestidad. En marzo, cuando selló su renovación por otra temporada de azulgrana, alcanzó un acuerdo para poder salir gratis este verano si llegaba una buena oferta de Arabia Saudí. El Al-Nassr, donde milita Cristiano Ronaldo, ha llamado a sus puertas y le ha ofrecido un contrato excepcional de final de carrera. Iñigo prefiere, en este caso, un retiro dorado que pelear por el puesto con jugadores como Araujo, Christensen, Éric García o el propio Pau Cubarsí, único titular indiscutible en la zaga con Flick.
Perdona ficha íntegra y finiquito
Deco ha cumplido con su parte del trato y no ha puesto oposición de ningún tipo a la marcha de Iñigo, que se va gratis. No dejará dinero en el club su traspaso, pero sí que genera un importante ahorro por un total de 14 millones de euros: nueve millones de su ficha y otros cinco del finiquito, al que renuncia expresamente para marchar.
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El Barça, no obstante, sigue teniendo deberes pendientes con el Fair Play. A pesar del dinero que libera Iñigo,no está claro que sea suficiente para inscribir a Joan García. En la entidad han presentado recientemente un acuerdo con el Congo que también aliviará las arcas del club y todavía se espera el pago de New Era Visionary Group. Abonaron 58 millones en enero y todavía adeudan 42 millones más que deben ser liquidados en dos plazos. El primero vence este septiembre.
Se va… pero deja huella
La salida de Iñigo se ha llevado a cabo con absoluta discreción. Ni Iñigo, que no tiene agente desde que falleció su tío, ni el club ha filtrado nada hasta que prácticamente era oficial. Mientras todo el mundo pensaba que saldrían Araujo, Christensen o Éric, incluso el joven Gerard Martín, el central de Ondarroa estaba fuera de todas las quinielas. Su marcha es una sorpresa que deja un sabor de boca agridulce en el vestuario. Es un jugador muy querido y Flick estaba encantado con su compromiso, jerarquía y rendimiento. Dentro y fuera del césped.
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El zaguero vasco se ha despedido de la plantilla en el entrenamiento de este jueves por la tarde. Se le echará de menos por la buena sintonía que tenía con los jóvenes y por cómo utilizaba sus galones no solo para ganarse su confianza sino para inculcar valores como el sacrificio y la disciplina táctica. Su ausencia dejará un vacío especialmente significativo en Dani Olmo, Éric García, Pedri o Ferran Torres, con quienes ha cuajado una enorme amistad. Su marcha ya es oficial a todos los efectos. Cortita y al pie. Sin culebrones ni circos mediáticos.
Una temporada inolvidable
Iñigo se va después de cuajar una de las mejores temporadas de su vida. Militó a un nivel excepcional a las órdenes de Flick y se ganó un puesto fijo en el once titular junto a Pau Cubarsí. Ni el temible Ronald Araujo fue capaz de discutirle el puesto al volver de lesión.
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A sus 34 años, dice adiós con el buen sabor de boca que deja ganar una Liga, una Copa del Rey y una Supercopa de España, todos ellos contra el Real Madrid. Y, también, rozando con la yema de los dedos una final de la Champions League que no llegó por muy poco, en una prórroga tras un partido de infarto en Milán. Sea como fuere, Iñigo se va del Barça por la puerta grande.