La republicación de Las reglas del juego es un acto de divina justicia editorial. Corría el año 2005 y el autor, José Antonio Jáuregui (1941-2005), soñaba con ganar el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. Lo que le llegó fue la muerte súbita en Sibiu, ciudad de Rumanía fundada por los romanos.

Las reglas del juego

José Antonio Jáuregui

Funambulista, 2025. 416 páginas. 23€

La dupla para alcanzar el premio era imbatible: Edward O. Wilson, padre de la biodiversidad y de la sociobiología, máxima autoridad mundial en hormigas, y José Antonio Jáuregui, el antropólogo que probó con sus libros la existencia de una verdadera naturaleza humana, «compuesta de una serie de respuestas emocionales y predisposiciones de aprendizaje que todas las personas comparten en virtud de la herencia genética de la Humanidad», advirtió Wilson.

Veinte años después de aquel fatídico 2005 para Jáuregui, la editorial Funambulista recupera un libro surgido en 1974 como encargo para una serie en TVE. Transcurrido medio siglo de aquella prístina edición, Las reglas del juego siguen explicándonos el porqué del comportamiento humano. El antropólogo de Eguillor (Navarra), discípulo en Oxford de Evans-Pritchard y de Salvador de Madariaga, enmendó la plana a Marx con su lucha de clases y su anticapitalismo.

Joan Fontcuberta: de la serie 'Viajes extraordinarios', 2024. En la exposición 'Mirabilia', Naves de Gamazo, Fundación Enaire, Santander

«La especie humana se divide en tribus, no en clases. Todo hombre es un animal tribal. Se puede aplicar el término tribu a Móstoles (municipio), a Lugo (provincia), a Galicia (región), a España (nación), y a Estados Unidos (supernación)», explica con delectación el antropólogo.

«El Capital, el dinero, no es un asunto de clases. Das Kapital –el best seller de 1867– es un asunto eminentemente tribal. No hay una moneda de los obreros del mundo unidos, como pidió Marx.»
«Lo que se llama comunismo es en realidad un género de capitalismo. Los verdaderos amos, auténticos dueños del capital, de la riqueza de nuestro globo, son ante todo las tribus», escribía el profesor. Así lo asentirían los jefes de las tribus americana, china, rusa y europea (Donald Trump, Xi Jinping, Vladimir Putin y Ursula Von der Leyen).

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El capítulo «La lucha de tribus» está de gran actualidad. Jáuregui era un crupier de palabras. Una habilidad aprendida al leer en latín por las mañanas y en griego las tardes. Jáuregui transformó el Homo homini lupus, de Hobbes, en Lupus lupui homo: del ‘hombre, un lobo para el hombre’, al ‘lobo, un hombre para el lobo’.

«El lobo protestaría por la comparación. De todos los animales, el hombre es el más agresivo con los de su especie. Los instintos agresivos y predatorios más fuertes y violentos emanan del homo tribalis», sostiene el antropólogo. El creyente sufrirá desde el más allá al contemplar la imparable destrucción: de Israel en Gaza; de Rusia, en Ucrania; las bombas de EE. UU. en Irán…

La reedición de este libro nos ayuda a interpretar la naturaleza del ser humano y sus sinrazones

Vasco da Gama, en el siglo XVI, explicaba la colonización con dos propósitos: hacer cristianos y conseguir especias. Trump lo ha adaptado: hacer americanos y conseguir aranceles. Disfrutamos devorando al contrario. Si este verano leyéramos Las reglas del juego, Cerebro y emociones, El ordenador cerebral o La identidad humana, libros del mismo autor, hallaríamos respuesta para lo bueno y, sobre todo, para lo malo actual.

¿Era Jáuregui más antropólogo que sociólogo? No. Fue un catador de emociones humanas. Las aprehendía como delicadas mariposas y teorizaba. Precursor de la Inteligencia Emocional, en España no nos enteramos. El estadounidense Daniel Goleman, en cambio, se hizo famoso y millonario con la IE.

Tintoretto: 'El encuentro de Tamar y Judá', h. 1555 - 1559. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid

Y fue un gran inventor de palabras. Ser un ‘PIB’: producto interior bruto como persona. Un ‘pestseller’: libro malo vendido como la peste. Un ‘Modus tirandi, no vivendi‘: el laborioso malvivir económico de sabios como José Antonio Jáuregui.