Aryna Sabalenka está completando un gran año, en el que suma victorias muy destacadas y ha afianzado su número 1 de la WTA. Sin embargo, las cosas están lejos de ser perfectas para ella, pues ha sumado derrotas de peso en los momentos más importantes, los Grand Slams. Dos finales perdidas, la del Open de Australia ante Madison Keys y la de Roland Garros contra Coco Gauff, además de quedarse en semifinales en Wimbledon frente a una Amanda Anisimova que al final terminó vapuleada en la gran final por Iga Swiatek. Precisamente ese partido ante la yankee fue la gota que colmó el vaso de la bielorrusa, que tocó fondo.
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Tras perder en Londres se vio desbordada y en un momento donde el tenis parecía superarla, pues no era capaz de rematar su gran juego en los torneos más importantes. Tanto que no veía más allá: «Perder es horrible. Siempre sientes que quieres morir, que ya no quieres existir, que este es el final de tu vida. Cada vez que compites en ese torneo y llegas a la fase final, crees que te estás acercando a tu sueño. Entonces pierdes el partido y piensas: ‘Este es el final'». Así que necesitaba una pausa y eso la ha ‘salvado’.
A por Cincinnati…muy renovada
Después de estar tan mal tenía que parar y lo hizo, de hecho, hasta esta semana que va a jugar en Cincinnati, no ha vuelto a jugar un partido de la WTA. De hecho, ni siquiera ha entrenado en exceso y se ha centrado en descansar, recuperar la mente y volver a sentir la motivación de ganar cada partido como siempre ha hecho. «Ni siquiera fui al gimnasio, debo decir. Hice una sola sesión de entrenamiento, de 30 minutos, de caminata inclinada, en bikini y chanclas, solo para que vean lo profesional que fui».
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Su recuperación es total, pues se sintió muy bien lo necesitada, por lo que ahora está fresca y lista, tanto que ahora necesita un paso más, algo que solo puede conseguir en la pista de Cincinnati, donde debuta este sábado en la segunda ronda frente a toda una campeona de Grand Slam como Marketa Vondrousuva. Todo de cara a lo que le viene por delante no solo en el torneo de Ohio, si no especialmente dentro de unas semanas, cuando arranque el US Open, donde defiende título y que de no revalidar, dejaría su 2025 como un año en blanco en lo que se refiere a Grand Slams.