El portavoz del PP en el Parlament de Catalunya, Juan Fernández, se ha mostrado “a favor” de la decisión del Ayuntamiento de Jumilla (Murcia) de prohibir la celebración de actos religiosos islámicos en los polideportivos municipales, una medida sobre la que mostrado su “respeto y apoyo”.
En declaraciones a la prensa en el Parlament, Fernández ha vuelto a evidenciar la radicalización del discurso en inmigración del PP en su competición con Vox. Tal y como ocurre en otros países de Europa, el centroderecha tradicional, en vez de poner límites al discurso ultra, termina arrastrado por él.
“En España debemos tener un modelo integrador y no es una crítica, es un a favor de lo que se está produciendo en Jumilla y un a favor de controlar según qué celebraciones”, ha expresado Fernández, en referencia al veto de fiestas islámicas.
Fernández ha ido más allá y ha cargado contra las “tradiciones que atentan contra la libertad de expresión y la libertad y dignidad de la mujer”, como, a su juicio, supone el velo islámico, y ha instado a “poner coto a estas prácticas”.
Cabe recordar que el Tribunal Supremo ya tumbó la prohibición del velo islámico en edificios públicos que el Ayuntamiento de Lleida aprobó en 2013 al concluir que un consistorio no disponía de competencias para limitar derechos fundamentales como la libertad religiosa.
“Desde la integración y el respeto a la convivencia y a todas las religiones, hay que poner límites, que son la Constitución y la dignidad de las personas”, ha apostillado Fernández.
A lo largo de la semana el equipo de Feijóo ha evitado desmarcarse de sus compañeros de la localidad murciana, pero sostiene que el PP es un partido que respeta otras religiones, además de la católica.
Para defenderse de la polémica generada por la iniciativa xenófoba, el vicesecretario de Educación e Igualdad de los populares, Jaime de los Santos, se limitó a argumentar que “lo que se ha aprobado en el Ayuntamiento de Jumilla no ha contado con el voto afirmativo del partido Vox”.
Criticar la manipulación con un texto manipulado
En una publicación compartida en redes sociales, el PP de la Región de Murcia ha criticado las “manipulaciones intencionadas” a la hora de informar sobre las enmiendas presentadas por su partido. Sin embargo, la captura de pantalla que han aportado omitía una palabra que los ‘populares’ mantenían en el texto: “tradicionales”. Este matiz, según juristas consultados por elDiario.es, orientan la medida a una religión específica, algo que no está permitido, a pesar de que la redacción final es supuestamente “neutral”.
El escándalo generado radica en la moción presentada por el único concejal de Vox, Juan Agustín Carrillo Navarro, en Jumilla. Este texto fue modificado por el PP, que gobierna en el Ayuntamiento murciano, y, en la práctica, representa un veto para que se celebren actos islámicos públicos en la localidad.
El PP se enreda al intentar justificar el veto a los actos islámicos en Jumilla
Ello, aun sin explicitarlo, puesto que la musulmana era la única confesión que hasta ahora había solicitado para el uso de las instalaciones deportivas de Jumilla para grandes festividades. Al pedir “exclusivamente para el ámbito deportivo o actos y actividades organizadas por el Ayuntamiento de Jumilla, y en ningún caso para actividades culturales, sociales o religiosas ajenas al Ayuntamiento”, la única comunidad afectada es la musulmana.