La empresa de edición bajo demanda Lantia, con sede en Sevilla, ha adquirido Círculo Rojo, la mayor empresa de autoedición de España, con sede en Roquetas de Mar (Almería).

Con esta operación se convierte en el mayor grupo editorial de España no en facturación pero sí en número de títulos publicados, por encima de 4.000 al año.

Esta cifra supone convertirse en el mayor productor de libros del país. El Grupo Planeta publica unos 2.500 títulos en todos sus sellos y Penguin Randon House, casi 2.000, han recordado los responsables de Lantia.

La escritora Eva Sáenz de Urturi durante la promoción de 'La vieja familia'.

Si en España se publican unos 85.000 títulos al año, según datos del Gremio de Editores, a Lantia le corresponde a partir de ahora el 5 por ciento de la producción nacional de libros.

La adquisición de Círculo Rojo -con los 40.000 títulos publicados en su haber-, ha sido respaldada por el Banco de Santander.

En total, ha supuesto una operación de varios millones de euros, cifra que han eludido concretar los sevillanos Enrique Parrilla, director general de Lantia, ingeniero de Telecomunicaciones de 54 años, y Chema García, su director ejecutivo, físico de 51 años.

Multiplicar su facturación

Los responsables aseguran que, tras la adquisición, su previsión es casi doblar la actual facturación anual de Lantia y Círculo Rojo. Pasarán de un total de 12 millones de euros a 20 millones en los próximos cinco años.

Lo harán con nuevas líneas de producción, como «llevar libros al cine». El objetivo es posicionarse como «un banco de propiedad intelectual» al servicio de productoras.

Esto cuenta con una ventaja, garantiza la trazabilidad del guion y evita problemas legales de autoría, tan frecuentes en el sector audiovisual desde la irrupción de la Inteligencia Artificial.

Lantia comenzó su actividad hace once años, con dos personas y sin capital alguno, y facturó unos 50.000 euros en su primer año de actividad. En 2024 facturó 9 millones de euros, empleó a 55 personas y publicó 1.279 títulos en esos doce meses.

Tras la adquisición de Círculo Rojo, el grupo cuenta con 80 empleados y mantendrá las oficinas de Almería y Sevilla. También las mismas marcas, Círculo Rojo y Lantia, empresa que a su vez agrupa varios sellos editoriales como Samarcanda y Guantanamera, entre otros.

«Una empresa que no está creciendo está muriendo«, ha dicho a EFE Enrique Parrilla para explicar este crecimiento constante y exponencial de Lantia. La empresa cuenta entre sus clientes con 110.000 autores de 50 nacionalidades y 160 pequeñas editoriales que demandan alguno de los servicios que prestan.

El 85 por ciento de los libros producidos por Lantia son en español -por el peso de los países hispanohablantes y el número de hispanohablantes de Estados Unidos-, el 10 por ciento en inglés y el 5 por ciento restante en otros idiomas.

Entre los servicios que ofrece Lantia están los que proporciona su centro de producción y logística de Camas (Sevilla). Desde allí se distribuye además de funcionar como almacén virtual, del que a diario salen miles de ejemplares impresos.

Pero como toda la producción se efectúa bajo demanda y mediante un proceso automatizado, desde la edición y corrección hasta la distribución final, no se queda ni un solo libro.

Superventas de 50.000 ejemplares

Lantia se encarga de la distribución del 90 por ciento de sus autores, entre los cuales han saltado varios superventas que han superado los 40.000 o los 50.000 ejemplares de un solo título. Algunos de ellos, tras ese éxito, han sido fichados por una editorial tradicional.

Otros, tras pasar por la editorial tradicional, han regresado por aspirar a un control más directo de todo el proceso de producción y distribución de su obra.

Entre los autores autoeditados que han devenido en superventas están Pablo Poveda, especializado en novelas de suspense. También Javier Padilla, autor de la saga ‘Mara Turing’, o Marcos Vázquez, autor de libros de autoayuda en materia de salud como ‘Invicto’.

Un superventas internacional como Paulo Coelho dio la campanada hace unos años cuando recurrió a Lantia para autopublicar dos de sus libros. Esto generó cierta inquietud en el mercado editorial, cuyas normas se consideraron cuestionadas.

Chema García ha asegurado que el concepto de la autoedición pura ha evolucionado al de autor-emprendedor. Este perfil ha comprobado que no precisa de una editorial tradicional. Además puede gestionar él mismo todo el proceso de edición, producción y distribución de su libro.