La selección española femenina júnior de balonmano volverá a pelear, dieciocho años después, por el oro en un Campeonato de Europa, tras certificar este viernes su clasificación para la final del torneo continental que se disputa en Montenegro al doblegar por 23-28 a Austria en las semifinales.
Un resultado que pocos hubieran podido imaginar tras el dubitativo arranque de partido de las de Joaquín Rocamora, que a los 14 minutos de juego contaban con una desventaja de seis tantos (8-2).
Pero si por algo ha destacado el conjunto español en este Europeo es por su carácter irreductible y, aferrado a las paradas de Goudo Gassama y a los goles de Belén Rodríguez, no sólo logró enjugar la diferencia, sino que dio la vuelta al marcador (11-13) con un contundente parcial de 3-11 en los siguientes catorce minutos.
«Es difícil expresar lo que este equipo ha conseguido hoy. Cómo ha regresado al partido cuando cualquier otro equipo a su edad se habría hundido. Sin embargo, ellas han sabido mantener la compostura con esos seis goles abajo», señaló el preparador español tras el encuentro.
Las Guerreras júnior, un equipo que ya sabe lo que es tocar el cielo tras coronarse el pasado año campeonas del mundo juveniles en China, no estaban dispuestas a parar y poco a poco fueron aumentando el gol de ventaja (12-13) con el que llegaron al descanso.
Una escapada en la que tuvo un papel protagonista la extremo Lucia Julve, máxima realizadora del equipo español, que con su séptimo y último gol situó a España con una renta de cinco tantos (22-27) a poco más de minuto y medio para la conclusión.
Diferencia que permitió a las jóvenes jugadoras españolas disfrutar en los segundos finales de la victoria (23-28) y del pase a una final en la que las de Joaquín Rocamora se medirán el domingo con el ganador de la semifinal que enfrentará este viernes a Dinamarca y Alemania.