—Es un asiduo a la feria de la peregrina, no podía faltar en su 125 aniversario
Para mí es un honor, la empresa ha pensado casi todos los años en mí y en este año tan especial, pues mucho más, con la mayor alegría vamos a ver si somos capaces de llenar la plaza.
—Los Lozano, al frente de la plaza de Pontevedra, inciden en el crecimiento de la feria, en público y número de corridas
Opino igual, los hermanos Lozano han tenido el poder de la resistencia y el público les ha respondido, creo que la feria de Pontevedra goza de salud gracias en buena medida a ellos, porque sí, es verdad que en Galicia hemos tenido muchas trabas políticas que nos han hecho daño y Pontevedra es el último bastión.
—¿Ve paradójico que se viva y sienta tanto el toreo en una ciudad de Galicia?
Antiguamente existían la plaza de la Coruña o Vigo, no era raro que hubiese ese esplendor, pero en estos momentos sí que nos tenemos que agarrar a lo que hay, que es Pontevedra, y poquito a poco a ver si abrimos otras plazas que están cerradas y le damos el empuje de aficionados a los toros, que sin duda los hay. Hay que trabajar la feria como hacen los hermanos Lozano y todo eso implica a una labor que hace falta hacerla.
—¿Ahora mismo con quién compite usted?
Siempre he intentado competir conmigo, uno quiere estar aún mejor, otra tarde mejor y otra tarde mejor y la verdad es que este año ha sido uno de muchos éxitos y buenos; es el año en el que más he triunfado en general en todas las plazas importantes.
—Sevilla, Madrid, Pamplona, más recientemente el Puerto Santa María, ¿qué faena le ha marcado más?
Creo que la tarde de Madrid fue la que más me ha marcado, aunque no fue la mejor faena la de la Puerta Grande, me quedaría con la tarde anterior, pero ese momento que dieron las dos orejas, de salir por la Puerta Grande, de todo ese manantial de gente joven en el ruedo, creo que ha sido el momento cumbre de la temporada.
«Al niño que soñaba con ser torero le diría que esto es muy difícil, que no es un cuento de hadas»
—Muchos le consideran el último gran torero de arte ¿Siente ese peso como una responsabilidad o como una bendición?
Las dos cosas, la responsabilidad es fuerte, porque el público que cada vez es mayor, va con las mejores intenciones de ver un torero de arte y, claro, a veces hay toros a los que no se le pueden hacer, uno va luchando para que todo pueda salir a pedir de boca, pero es indudable que a veces no se dan las circunstancias. Creo que estamos teniendo suerte y estamos congraciando con gran parte de los públicos de las plazas.
—¿Percibe una mejora o avance en su tauromaquia?
Una mejoría o un avance, pues puede ser lo mismo, creo que no dejó de crecer y hasta yo mismo me sorprendo, porque son muchos los años ya, las formas con las que toreo ahora no son las formas con las que toreé cuando empecé, son casos que ocurren y el mío es uno de ellos.
—Está organizando un festival de homenaje a Antoñete…
Es una de mis mayores motivaciones de la temporada, hacer un festival y ponerle un monumento una estatua al maestro Antoñete, sobre todo para que todo el que pase por Las Ventas lo vea y pregunte quién era, porque está aquí y digan, este fue un gran torero, después vayan a ver su vida, sus vídeos y todo ese toreo clásico que tenía Antoñete, toreo puro, toreo que no le servía, o sea, que no se prostituía por conseguir un triunfo. Creo que ha tenido muchísimas virtudes y que el toreo estaba en deuda con él, o eso creo, que se merece esa estatua que, si Dios quiere, le vamos a poner.
«Éste es el año en el que más he triunfado en general en todas las plazas importantes»
—No rehuye torear con nadie ni en ningún lugar ¿considera que todas las figuras lo han hecho y lo deben hacer?
Bueno, yo nunca he hecho eso. La verdad es que sé de algunos que lo han hecho y no me gusta, porque el toreo debe de ser competencia y sin la competencia el toreo está muerto, como en todo en la vida. Mi intención siempre agradar a cada empresario y el empresario saber qué toreros son los más necesarios para su plaza, y uno como torero, debe aceptarlo, siempre he pensado así, nunca he tenido ningún rencor con alguien o querer que no esté en ningún cartel conmigo, es el empresario el que tiene que saber lo que hace y él mejor que nadie es quién lo sabe.
—Si pudiera hablar con el niño que soñaba con ser torero en La Puebla del Río, ¿qué le diría?
Que esto es muy difícil, que no es un cuento de hadas y la verdad es que me quedaría en aquel niño. Creo que la vida después te pone en unos aprietos que son difíciles de superar y cuando uno es niño todo lo ve de color de rosa.
—¿Qué mensaje transmitiría a la afición gallega?
El de que acudan a la plaza y que demostrémosles a todos esos partidos políticos que están en contra que Galicia es una tierra de toros y que los toreros están dispuestos a colaborar en todo ese plantel.
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