Un hombre de 64 años permanece ingresado en el Hospital La Fe de València después de que su compañera sentimental, de 61 años, tratara de matarlo clavándole un cuchillo de cocina de grandes dimensiones y doble filo por la espalda en la vivienda que ambos compartían, en Villar del Arzobispo. De momento, la presunta agresora, que ha confesado la autoría del intento de homicidio e incluso las razones que la han llevado a cometerlo, se encuentra detenida en los calabozos del cuartel de la Guardia Civil de Llíria, a la espera de pasar a disposición judicial.

De momento, y a la espera de que los agentes del Equipo de Policía Judicial de Llíria completen la investigación, todo apunta a que la causa que derivó en el acuchillamiento del hombre fue que este cogió varias cajas de pastillas que la mujer consumía con habitualidad y le anunció que se iba a deshacer de ellas por el daño que se estaba haciendo, dado que solía mezclarlas con el consumo de cerveza lo que generaba actitudes violentas y agresivas hacia ella y hacia cualquier persona u objeto de su entorno.

Los hechos sucedieron sobre las ocho de la tarde del jueves, en el domicilio de la víctima, en la calle San Pascual de Villar del Arzobispo. Los vecinos fueron los primeros en alertarse al escuchar la discusión entre ambos, que comenzó alrededor de las siete de la tarde, después de que la ahora detenida regresara a casa con síntomas evidentes de haber consumido alcohol. Dado su estado de agitación, la pareja le recriminó la ingesta de cerveza junto con los antidepresivos que consume desde hace años, por lo que acabó anunciándole que, si no accedía a dejar de consumir alcohol, al menos ya no las mezclaría con los fármacos.

A punto de morir

Al ver que el hombre cogía las cajas de medicamentos del cajón y que se dirigía hacia el cubo de la basura, la mujer reaccionó violentamente. Fue en busca de un cuchillo y gritando se lo clavó por la espalda a su pareja, a la altura del omóplato derecho, con tanta fuerza, que hundió la hoja ocho centímetros, hasta alcanzar de pulmón derecho de su víctima. La profunda herida le provocó un neumotórax que le impedía respirar.

En ese momento, según ha relatado la propia detenida de manera espontánea a la Policía Local de Llíria, primero, y a la Guardia Civil, después, el hombre se giró y le quitó el cuchillo, de 30 centímetros de hoja, de las manos, mientras ella le gritaba «¡mátame, mátame!». Lejos de eso, la víctima salió, con el cuchillo ensangrentado en la mano, y se sentó en la acera, aturdido. Varios vecinos llamaron al 112 lo que permitió el envío de la primera patrulla de la Policía Local y una ambulancia para atender al hombre, que fue evacuado de urgencia al Hospital de Llíria y de ahí, dada la gravedad de las lesiones, lo trasladaron al Hospital La Fe, donde tuvo que ser operado de urgencia. De hecho, los médicos coincidieron en que, dada la fuerza con la que lo acuchilló, si el ataque hubiese sido frontal le habría causado la muerte, ya que le habría alcanzado el corazón.

«Me quería quitar las pastillas»

La presunta agresora fue encontrada por los agentes dentro del domicilio, tranquila. Al ser preguntada, respondió directamente que había intentado matar a su pareja con el cuchillo «porque me quería tirar las pastillas». Fueron esos agentes quienes la detuvieron hasta que llegaron los investigadores de la Guardia Civil, que ya se hicieron cargo de la arrestada.

Según la información a la que ha tenido acceso Levante-EMV, la mujer, cuyo abogado va a solicitar un informe psiquiátrico, ya que lleva años siendo tratada con fármacos para la salud mental, también había causado destrozos en la casa utilizando un cuchillo, por ejemplo, una malla metálica en una de las ventanas de la vivienda.

La víctima ha afirmado, por su parte, que la mujer ya le había amenazado antes con matarle y que las discusiones siempre surgían por lo mismo, el abuso del alcohol ý fármacos por parte de ella y la pérdida de control que seguía a ese consumo de abuso. El hombre, que temía que ella guardase el cuchillo bajo la almohada, dado que lo había amenazado con acuchillarlo hasta la muerte mientras dormía, ha asegurado, además, que ambos habían iniciado la relación hace ocho años, pero que acabó rompiéndola ante la reiterada negativa de ella a someterse a programas de desintoxicación y a acudir a la unidad de conductas adictivas (UCA) para buscar ayuda. Tras la ruptura, en febrero pasado habían retomado la relación, aunque la situación había vuelto a deteriorarse poco a poco hasta alcanzar el punto crítico el jueves, con el intento de homicidio del hombre.