Sábado, 9 de agosto 2025, 15:13
El calendario de la próxima Liga Endesa, que significará la cuarta temporada consecutiva del Covirán en la máxima categoría, está sujeto a la resolución del ‘caso Betis’. La ACB está pendiente para el sorteo del fallo de la justicia sobre la reclamación del club sevillano, a la espera de que desestime la demanda interpuesta en el Juzgado de Instrucción de Barcelona y la competición mantenga el número par de equipos, los 18 que hay actualmente inscritos y que prácticamente tienen cerradas sus plantillas a falta solo de retoques, uno, dos o tres jugadores a lo sumo.
Lo más probable, aunque sujeto al veredicto del contencioso entre el Baloncesto Sevilla y la ACB –que debería producirse como muy tarde a principio de la próxima semana–, es que a Pedro Fernández, presidente del Hereda Sevilla –antes llamado Real Betis y que adquirió el nombre de Baloncesto Sevilla con la idea de competir en la Liga Endesa como representante más global de la ciudad–, le salga cruz en la moneda que lanzó al aire.
Lo jugó todo a una carta cuando la ACB desestimó su inscripción en la próxima Liga Endesa, al entender la patronal que no cumplió con los requisitos básicos, como fueron no pasar de forma positiva la auditoría externa, por posibles cuentas pendientes con jugadores y empleados del club, ni atender al plazo para la entrega del primer cuarto del valor de participación, cifrado en medio millón de euros.
La asociación de clubes le dio facilidades al dirigente burgalés que se hizo cargo del Real Betis en propiedad tras su descenso a Primera FEB, pero no presentó, ni en regla ni a tiempo, la documentación obligatoria para la inscripción. El directivo pidió la cautelar al Consejo Superior de Deportes tras el rechazo de la ACB –que cursó la invitación al Covirán como penúltimo y según contempla el reglamento de la competición–, y también acudió a los tribunales para reclamar su inclusión en la próxima Liga Endesa.
Gipuzkoa, otra situación
Sin embargo, lo normal será que el Baloncesto Sevilla se quede fuera y no haya liga, por tanto, de diecinueve equipos como en la campaña 2020/21, cuando el Gipuzkoa sí ganó el pleito. Aunque ese fue un caso distinto, porque los donostiarras lograron el ascenso en la cancha y respondieron a las cuestiones burocráticas y económicas. La competición será así de 18 y se disputará después del Eurobasket, a partir de octubre, siempre que sea desestimada la demanda contra la ACB interpuesta por la entidad hispalense.
Pedro Fernández ni siquiera apuntó al Sevilla en la Primera FEB, a pesar de que la Federación Española de Baloncesto amplió el plazo para que tuviera esa posibilidad. Así, la segunda división nacional tendrá un número impar de equipos (17), con el problema de que descansa un participante en cada jornada. El Hereda Sevilla reclamó su plaza ACB, lograda en la pista, pero sin respuesta convincente con las exigencias administrativas.
Fernández pidió la cautelar al propio CSD para que el antes Betis fuera readmitido y mantuvo que el pago del primer plazo del depósito, que es de dos millones de euros en cuatro temporadas, lo realizó en plazo, el mismo 15 de julio, según un resguardo bancario en su poder, afirma. La ACB apuntó que fue al día siguiente, versión que no coincidió con la de Pedro Fernández.
Peligro de cierre
El Juzgado de Primera Instancia de Barcelona, al final, decidirá si deniega del todo la admisión bética, al igual que hiciera la propia ACB el 24 de julio. Esto significará, si se confirma en las próximas horas, que el histórico club hispalense entrará en la vía de la desaparición tras 40 años de existencia y con la alternativa del reciente nacimiento del Caja 87, otro club de Sevilla como competencia.
Todo apunta a la liquidación de una entidad que adquirió Fernández hace un año, tras la venta del Real Betis al grupo mexicano XOY, cuyo propietario fue detenido por estafa,y una vez que el club de fútbol verdiblando asumió los derechos del Caja San Fernando, que se encontraba en situación crítica y apareció como salvador.
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