La Guardia Civil, en su informe de 220 páginas sobre la gestión de la dana, resalta la inacción de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ante la crecida de la presa de Forata: «Podría haberla desembalsado sin llegar a la capacidad máxima de agua».
La presa de Forata consta, como detalla la Guardia Civil en el informe, de diversos elementos de desagüe, y por ello no hacía falta esperar a que el embalse rozase su máxima capacidad para comenzar a desaguar.
De hecho, ese desembalse «masivo», como afirma el informe, «se produjo a partir de las 17.00 horas», justo antes de que el embalse alcanzase su capacidad máxima de agua.
Según explica la Guardia Civil, Forata «tiene una capacidad de 37,34 hectómetros cúbicos«. Está catalogada como categoría A, ya que «su rotura o funcionamiento incorrecto puede afectar gravemente a núcleos urbanos, servicios esenciales, producir daños materiales o medioambientales muy importantes».
Para prevenir esta situación, la presa cuenta con diversos elementos de desagüe como aliviaderos, tomas de riego, tomas hidroeléctricas, desagüe de fondo y túnel de desvío. De todas ellas, según la Guardia Civil, el día de la dana únicamente se hizo uso de los aliviaderos.
Ese día, desde primera hora, el almacenamiento de Forata se va llenando: «A partir de las 9.00 horas del día 29 comienza a aumentar tanto la cota del embalse como el volumen embalsado», explican.
Y destacan: «Es especialmente reseñable el arco horario entre las 16.00 y las 18.00 horas, donde el embalse duplica el volumen embalsado«. Esta crecida va acompañada, además, de «una importante fuerza de entrada de agua que ponen en riesgo la integridad de la presa».
Más tarde, «entre las 19.00 y las 00.00 horas se rebasa la cota de nivel máximo normal, así como la propia capacidad del embalse». El nivel del agua, según el informe, comienza a descender «desde las 01.00 horas del día 30» y hasta la medianoche.
El informe destaca cómo «las precipitaciones recibidas en la cuenca hasta el embalse de Forata, procedentes sobre todo de la comarca Utiel-Requena, contribuyeron al aumento del agua embalsada». Esta crecida, además, incrementaba los «riesgos» dada la «velocidad y volumen de entrada en el embalse».
Por otro lado, las «precipitaciones medias recibidas en los cursos fluviales que transcurren desde Forata hasta la desembocadura del río Magro» también contribuyeron. «Destacan de manera clara las precipitaciones en la zona de Turís«.
Estas, según el informe, «tuvieron el inicio con mayor virulencia sobre las 14.00 horas, alcanzando su punto álgido entre las 17.00 y las 19.00 horas».
De esta forma, la Guardia Civil indica que el «horario crítico» en cuanto a volumen de agua en el río Magro «debió producirse a partir de las 17.00 horas». Este momento, además, «coincide con el inicio del desembalse de agua de Forata y las importantes lluvias torrenciales de Turís».
Esto lo corroboran gracias al aforo de Guadassuar, que «registró a las 17.00 horas un volumen de agua en claro aumento hasta las 17.45 horas, donde se duplicó». Despues de ello «colapsó» y «no registró ningún dato más por avería».
«Esta situación implicó que los desbordamientos del río Magro comenzaran a partir de esos momentos con mayor gravedad», alega la Guardia Civil.
Esto, argumentan, se determina gracias a las comunicaciones «que fueron recibidas por el 112». Destacan una de ellas, la de un ciudadano que a las 18.22 horas informaba del «desbordamiento del cauce del río a la altura de la pasarela del colegio Maristas».
Antes de ello, y según la información aportada por la CHJ, el inicio del «desembalse masivo» se produce «entre las 17.00 y las 18.00 horas». Así, la Guardia Civil asegura que «no hubo un desembalse previo, como indica la CHJ».
En su momento, la CHJ informó a la jueza de que «las compuertas del aliviadero se encontraban abiertas» al inicio del episodio, «y así se mantuvieron en todo momento».
«Los únicos elementos de desagüe utilizados fueron los aliviaderos que se encuentran en la parte superior de la presa», subrayan en el informe. Asimismo, resaltan que «el inicio del desembalse coincide con el momento de alcance de la cota máxima«.
Desde la Guardia Civil desconocen «por qué no se utilizaron otros elementos de desagüe» con los que cuenta la presa. Estos, además, «no necesitan que el embalse alcance el nivel máximo para su desagüe».
Sobre la responsabilidad de decidir y comunicar «desembalses extraordinarios» como el del día de la dana, asegura la Guardia Civil que «recae en el Comité Permanente de la Comisión de Desembalse«.