Tras una intensa primera semana de trabajo, el equipo dirigido por José Nolasco cierra este primer bloque de entrenamientos con la satisfacción de no haber sufrido lesiones y con la plantilla ya al completo, tras la incorporación del brasileño Fabricio, quien se encontraba pendiente de resolver trámites burocráticos para salir de su país.
El técnico explicó que el objetivo de estos primeros días ha sido combinar el trabajo físico aeróbico con cargas controladas de fuerza, evitando sobreesfuerzos que puedan mermar el rendimiento en las semanas venideras. “Todos llegan con las pilas cargadas y nuestro trabajo es ir consumiendo esas baterías de manera progresiva. Lo importante era que el grupo llegara en buen estado al primer descanso, y lo hemos conseguido”, señaló.
En el plano técnico-táctico, los entrenamientos han estado marcados por tareas simples de toma de decisiones, con la intención de ir adaptando a los nuevos fichajes a la identidad del equipo, tanto en ataque como en defensa. “Esta semana ha servido para que los recién llegados conozcan nuestra línea de trabajo y se integren lo antes posible. Ha sido muy completa y satisfactoria”, afirmó el entrenador.
La llegada de Fabricio, prevista inicialmente para antes, se retrasó por cuestiones administrativas. “El visado en Brasil ha tardado muchísimo, a pesar de que lo gestionamos con tiempo. Con otros jugadores no hemos tenido problema, pero en este caso ha sido más complicado”, explicó. Pese al largo viaje y al cambio de clima —del invierno brasileño al calor del verano oscense—, el jugador se incorporó durante la jornada de ayer, ya, a la dinámica del grupo junto al resto de sus compañeros.
En cuanto a los tres nuevos fichajes, el técnico se mostró satisfecho con su integración: “Son jugadores con mucha experiencia y calidad, lo que ha facilitado su adaptación. El grupo está muy hecho y su entrada ha sido sencilla”.
Uno de los momentos clave de la semana fue la jornada de convivencia en Nocito, diseñada para reforzar la unión del vestuario. Estas actividades, según José, ayudan a que los más veteranos transmitan a los recién llegados las costumbres del club y de la ciudad, especialmente ahora que se aproximan las fiestas locales.
La próxima semana el equipo incrementará la carga de trabajo, manteniendo el formato de dos o tres sesiones diarias, pero con un enfoque más exigente en la toma de decisiones y en la simulación de situaciones reales de partido. “Hasta ahora hemos trabajado en grupos reducidos de dos, tres o cuatro jugadores; la próxima semana lo haremos con cuatro, cinco y hasta seis, aumentando tanto el desgaste físico como el cognitivo”, adelantó el técnico.
Para garantizar la cohesión y el orden interno, el equipo contará esta temporada con cuatro capitanes: Ian Moya, Charly Pérez, Ignacio Suárez y Drasko Nenadic. “Su responsabilidad será mantener la unión que nos dio tantos éxitos la temporada pasada y transmitir la personalidad del equipo a todos los compañeros”, explicó.
Con el primer amistoso de pretemporada ante Puerto Sagunto a la vista, el técnico confirmó que utilizará el partido como una oportunidad más de entrenamiento, rotando a todos los jugadores para evitar sobrecargas. “Un partido de pretemporada es un entrenamiento más, pero más cercano a la competición. Daremos muchos recambios porque llegamos al final de una semana con mucha carga física y, si no gestionamos bien los descansos, podrían aparecer lesiones”, advirtió.