El Rocasa Gran Canaria se impuso con claridad en la final del II Memorial Julio Gilsanz-Concello do Porriño al imponerse a la escuadra local por 23-29. Fue un partido más intenso en el arranque de lo que se acostumbra en época veraniega, a la vez que con el caudal de errores e imprecisiones propio de la pretemporada. Pero la peor noticia para el Conservas Orbe Zendal fue la lesión de la extremo derecho Ugazi Manterola.
La vasca, una de las incorporaciones que ha efectuado el club porriñés en la profunda remodelación de su plantilla, pisó a la defensora cuando intentaba saltar desde su esquina y tuvo que ser retirada de la cancha en brazos. La zona afectada es el tobillo pero el alcance exacto de la lesión se conocerá en las próximas horas.
Alicia Campo maniobra en seis metros. / Pablo Hernández Gamarra
La lesión de Manterola enfrió a un Orbe Zendal que había comenzado dominando (7-5) y que a partir de ese instante perdió el ritmo. Isma Martínez priorizó después el reparto de minutos y las probaturas tácticas.
El entrenador del Conservas Orbe Zendal, Isma Martínez. / Pablo Hernández Gamarra
El conjunto canario es uno de los históricos del balonmano español. En sus vitrinas exhibe títulos internacionales (Challenge Cup de 2016 y 2o19; European Cup de 2022) y nacionales (Liga de 2019, Copa de la Reina de 2015 y 2017; Supercopa de 2018 y 2020). En las últimas campañas, sin embargo, no ha estado a la altura de esa exigencia y ahora quiere recuperar la competitividad. En esta visita a Galicia ha demostrado que está en el buen camino. En semifinales ya había superado al Mecalia Guardés, ciertamente de manera más apurada, en los penaltis después del 25-25 en tiempo reglamentario.
Sin oposición
Esa fue una buena prueba para las de Ana Seabra; mucho más válida que el partido que ayer disputaron por el tercer puesto con el ABC Braga. Las lusas, que habían caído el día anterior con las anfitrionas por 41-20, compitieron incluso menos con las guardesas, que ganaron por 33-10.