Madrid

Vivimos en tiempos furiosos «y casi psicóticos» asegura Félix Sabroso, director y guionista de la nueva serie ‘Furia’, en el programa ‘A vivir que son dos días’, con Lourdes Lancho. En esta producción, que se puede ver en HBO Max, seguimos a cinco mujeres que, tras ser llevadas hasta el límite, cada una protagonizan un acto de venganza con consecuencias devastadoras. Además cuenta con un reparto de estrellas que incluye a Carmen Machi, Nathalie Poza, Ana Torrent, Pilar Castro, Candela Peña o Cecilia Roth.

En esta realidad furiosa en la que vivimos, Félix Sabroso asegura que «tenemos tanto miedo y tanta rabia que se ha convertido en una forma de expresión y comunicación en la que la gente se siente cómoda y que representa su individualidad». Un momento que el cineasta califica de terrorífico aunque admite que, en el fondo, formamos parte también de lo que protestamos. Por eso las protagonistas de la serie no son solo heroínas defendiendo causas nobles, «ellas son víctima y verdugo» afirma.

En la serie Félix lleva a sus personajes, con un punto satírico, hasta el límite y la hipérbole. Para hacer esta jugada, el cineasta no quería caer en el maniqueo, creando personajes femeninos «salvadísimos» y dejando a los masculinos como los malos de la historia. Aunque asume que los hombres son, en parte, los villanos al retratar el sistema ‘heteropatriarcal’. Afirma que él no quería hablar de lo femenino, sino de la contemporaneidad.

De esta forma, sus papeles están escritos con el objetivo de «que el que lo lea diga: por favor esto lo tengo que hacer». A través de ellos observamos problemáticas del día a día como el engaño, que se entremezclan con debates sociales como la gestación subrogada. Entre las denuncias que abarca esta serie destaca la diferencia de clases, con personajes privilegiadas como el de Carmen Machi y Pilar Castro frente a los ambientes precarios en los que viven Candela Peña y Natali Poza.

En un universo de plataformas y algoritmos, una serie de autor como ‘Furia’ tiene que luchar contra una cantidad exagerada de contenido por la atención de un espectador que Félix Sabroso define como «un niño rico en el día de reyes». El director reflexiona sobre los hábitos de consumo del cine, que provocan «un cambio de actitud a la hora de que un contenido te genere reflexión o se pueda quedar contigo un rato más».