Su primera victoria en el camino hacia la Vuelta a España
Tom Pidcock (Q36.5 Pro Cycling) se ha llevado la victoria en la tercera etapa del Arctic Race of Norway, con final en la exigente ascensión a Målselv. El británico se impuso en un mano a mano al líder de la carrera, Corbin Strong (Israel-Premier Tech), aunque no logró desbancarle de la primera posición de la general.
Esta es su primera victoria en carretera tras un breve paso por el MTB en el que ha arrasado con dos triunfos en las dos carreras disputadas. Un regreso a la ruta que marca el inicio de la segunda parte de su temporada, con la Vuelta a España en el horizonte.
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Un final explosivo
Un final explosivo que le iba perfecto a Pidcock
La jornada, de 182 kilómetros entre Husøy y Målselv, tuvo un guion clásico: una fuga inicial de cuatro corredores locales que llegó a gozar de más de dos minutos de ventaja, con protagonismo para Morthen Wang Baksaas (Team Ringerikskraft), que se llevó el premio de 100 kilos de salmón en la primera cima. Q36.5 asumió el control del pelotón, trabajando para preparar el terreno a su líder.
La escapada se rompió a 30 km de meta y el último superviviente, Sebastian Veslum, fue cazado a nueve kilómetros del final. Pidcock, que había sufrido un problema mecánico poco antes, regresó al grupo justo antes de iniciar la ascensión decisiva.
En los últimos 1,2 km lanzó dos ataques para intentar dejar atrás a Strong, pero el neozelandés resistió a su rueda. En el sprint final, el británico logró imponerse, mientras Christian Scaroni (XDS-Astana) cruzaba tercero a 12 segundos. Strong mantiene el liderato con seis segundos de ventaja sobre Pidcock y 23 sobre Scaroni.
Pidcock, satisfecho pero con hambre de más
«Estoy contento con la victoria, obviamente, pero también queríamos intentar conseguir el maillot de líder.»
«Estoy contento con la victoria, obviamente, pero también queríamos intentar conseguir el maillot de líder. Para ser un sprinter, Corbin hizo un trabajo increíble en la subida. Mañana será una etapa dura para intentar ganar la general, pero viendo cómo está él y su equipo, será complicado», explicó Pidcock tras la etapa.
«Después de un largo bloque de entrenamiento y mucho tiempo sin competir en carretera, siento que la frescura está volviendo, lo que es una buena señal de cara a los objetivos que tenemos. Quiero dar las gracias al equipo: Fred hizo un trabajo increíble en cabeza, tirando más de 140 kilómetros en solitario, y en la subida también me apoyaron muy bien. Esta victoria es gracias a ellos».
La cuarta y última etapa, un circuito de 135,3 km en Tromsø con la dura subida a Prestvannet (1,2 km al 10%) en ocho ocasiones, decidirá la clasificación general. Pidcock tendrá que buscar segundos de bonificación y distanciar a Strong si quiere cerrar su regreso a la carretera con el título.