La posibilidad de disponer de una herramienta que facilite el cribado poblacional en la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) está más cerca. Un estudio multicéntrico con hospitales de referencia del Estado encabezado por el Hospital del Mar y su instituto de investigación ha certificado que las personas con esta enfermedad tienen alterados los niveles de …

La posibilidad de disponer de una herramienta que facilite
el cribado poblacional en la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)
está más cerca.
Un estudio multicéntrico con hospitales de referencia del
Estado encabezado por el Hospital del Mar y su instituto de investigación ha
certificado que las personas con esta enfermedad tienen alterados los niveles
de determinados metabolitos en su sangre.

Un hecho que puede permitir utilizarlos para determinar de
forma precoz quién probablemente sufre EPOC. El trabajo, en el cual han
participado investigadores del área de Enfermedades Respiratorias del CIBER
(CIBERES) y del área de Epidemiología y Saldt Pública (CIBERESP), lo publica el
International Journal of Molecular Sciences.

«Puede ser un método de cribado para definir la población de
alto riesgo de sufrir EPOC, para ser derivados a la prueba diagnóstica
definitiva, la espirometría», explica el Dr. Joaquim Gea, jefe de servicio
emérito del Servicio de Neumología del Hospital del Mar y coordinador del Grupo
de Investigación en Miogénesis,
inflamación y función muscular del Instituto de
Investigación del Hospital del Mar. En estos momentos hay un 70% de
infradiagnóstico de casos de esta enfermedad, a causa de la dificultad de llevar
a cabo la prueba de referencia, la espirometría, de forma correcta en el ámbito
poblacional.

Esto lleva a un diagnóstico tardío o a la ausencia de
diagnóstico, la cual cosa supone retraso en el inicio del tratamiento o que
llegue con la patología ya muy avanzada e, incluso, un mayor riesgo de
enfermedades asociadas a la EPOC, como el cáncer de pulmón.

Diez metabolitos alterados

El estudio ha contado con datos de 91 pacientes con
Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica y de 91 controles sanos. A todos se les
hizo una analítica de sangre, que se analizó con herramientas de espectrometría
de masas para detectar los niveles de metabolitos que se encontraban. De las
360 moléculas detectadas, se seleccionaron las más destacadas, unas cincuenta,
y, de estas, con herramientas de inteligencia artificial, las diez que daban
mejores resultados en su combinación para determinar qué personas tenían EPOC.

Los resultados indican una sensibilidad y especificidad muy
alta de estos metabolitos a la hora de diferenciar a las personas con la
enfermedad de aquellas sanas. Superior al 90%. Estas moléculas están
relacionadas con la producción de energía, hecho que puede explicar los
síntomas de cansancio y otras limitaciones de los pacientes con EPOC,
y con el
metabolismo de los lípidos, que se puede relacionar con las comorbilidades
cardiovasculares de estas personas. Todo ello indica que estos pacientes tienen
una menor capacidad de producir energía y que tienen alterado el metabolismo de
los lípidos.

El hecho de seleccionar un grupo reducido de marcadores
puede ayudar a su implantación en un programa de cribado poblacional en EPOC.
Además, su aplicación puede ser relativamente sencilla, al poderlos detectar
con un análisis de sangre rutinario. Como explica el Dr. Gea, esto «nos puede
permitir tener una herramienta para la detección precoz de las personas con
EPOC, hecho que implica el inicio del tratamiento en un momento inicial de la
enfermedad y una vigilancia más estrecha de las posibles comorbilidades».

El siguiente paso en este campo es comprobar la eficacia de
los marcadores en una población más grande y diferente de la analizada en este
estudio. De esta manera, se podría plantear su translación a la práctica
clínica.