El mes de agosto va consumiendo días y el Baskonia sigue en el mercado a la búsqueda de un base y un pívot. Son los … deberes finales para rematar una plantilla que la próxima temporada dirigirá Paolo Galbiati. La oficialización del acuerdo con el técnico italiano queda pendiente hasta que se cierre la rescisión de Pablo Laso, un nudo cuya resolución se demora desde primeros de julio.

Mientras, hay dos taquillas todavía sin nombre en el vestuario azulgrana. El club vitoriano ha resuelto la siempre delicada cuestión de los cupos de formación con el correspondiente desembolso para captar tres piezas como Rafa Villar, Rodions Kurucs y Matteo Spagnolo, que en teoría no están destinados a la función de relleno. Pero queda el esfuerzo final para completar una plantilla sometida a una profunda reestructuración. Se busca un director de juego que pueda sumar fuerzas y virtudes con Trent Forrest y un ‘cinco’ que, presumiblemente, debería ejercer el rol principal en un puesto que cojea en las últimas temporadas y en el que se sigue a la espera del paso adelante de Khalifa Diop.

Es la lista de la compra ideal a estas altura de verano. Otra cuestión es qué puede ofrecer un mercado escaso, qué puede comprar el Baskonia con su disponibilidad económica y cómo se puede resolver la fórmula en apariencia irresoluble: atraer a dos jugadores de valía cuando las dos plazas de extracomunitario ya están cubiertas. Se trata de un rompecabezas de máxima dificultad para un área deportiva en la que este verano se ha estrenado Xevi Pujol como nuevo secretario técnico, pero que sigue contando con Alfredo Salazar como asesor de excepción.

Sin plazas extracomunitarias

Se buscan piezas de valía con doble nacionalidad que encajen en el marco de contratación ACB

A pesar de la frescura que pueda aportar Pujol a la labor de reestructuración de la plantilla, al Baskonia no le queda otro remedio que apoyarse en los leitmotivs clásicos de cada verano. Entre ellos, el recurrente de la paciencia y la espera a que algunos clubes con chequera más gruesa cierren sus plantillas y otros suelten ‘lastre’. La entidad azulgrana no renuncia a valorar todo lo que pueda llegar del otro lado del Atlántico, aunque se ve obligado a revisar pasaportes en busca de esa doble nacionalidad que permita encajar en el marco de contratación ACB. Los perfiles ideales recomiendan baloncestistas estadounidenses con segunda nacionalidad europea o cotonú, como es el caso de Hamidou Diallo, la última incorporación.

El problema es que semejantes ‘joyas’ o escasean o, en este momento, no están al alcance de la entidad de Zurbano. Durante las últimas semanas, las franquicias de la NBA se desprenden de jugadores que buscan acomodo en Europa. De ahí que el Fenerbahce haya podido hacerse con Brandon Boston tras desvincularse de los Pelicans o que el Maccabi haya cerrado las llegadas de Lonnie Walker IV o Jeff Dowtin, ambos sin sitio en la mejor competición mundial.

Descartes NBA

Para cualquiera de los puestos a cubrir, al Baskonia le toca esperar a alguna oportunidad mientras el goteo de jugadores ‘liberados’ en la NBA se sucede sin perder de vista otras opciones en territorio europeo. De paso, las limitaciones también pueden forzar a la dirección deportiva azulgrana a reconsiderar perfiles o incluso abrirse a incluir un tercer ‘extranjero’ si la necesidad aprieta.

El club azulgrana ha promovido una de las mayores recomposiciones de los últimos veranos después de abrir la puerta de salida a ocho jugadores y un entrenador. Matteo Spagnolo, Clément Frisch, Rafa Villar y Rodions Kurucs son las cuatro incorporaciones en una plantilla en la que se prorrogó a Luka Samanic y que va a mantener como referencias a Trent Forrest como primer base, a Markus Howard como gran referencia anotadora en el perímetro y el despliegue físico de Tadas Sedekerskis y Timothé Luwawu-Cabarrot. En el balance de la pasada campaña, el director deportivo, Félix Fernández, apuntó a la necesidad de contar «con una plantilla más amplia» de cara a la campaña 2025-26. Todavía queda un tramo largo para cumplir el objetivo.