La persiana de la Bibi + Reus está bajada este mes de agosto, pero el trabajo no cesa. El espacio de Miquel Campins y Fran Reus debutó en la pasada edición del Art Palma Summer y ya mira a la Nit de l’Art (el próximo 20 de septiembre), y es Raquel Victoria (Palma, 1998) la encargada de manejar el barco. La gallery manager, también comisaria y formada en Bellas Artes, afronta la labor de gestionar los programas y ser el nexo entre los artistas, los espacios, el público y el mercado. Un cometido que adopta con ilusión y del que avanza las líneas maestras.
¿Cómo ha aterrizado?
—Muy bien. Ya colaboraba con Miquel [Campins] y con la fusión tenía sentido que pudiera entrar. Me hizo mucha ilusión y los artistas son amigos y me encanta seguir acompañándoles. Ser esa persona vínculo entre el artista y la venta es increíble.
¿Qué es lo que puede aportar?
—La vena curatorial. Que confíen en mí tanto Miquel y Fran [Reus] como para decidir qué artistas participan, cuándo, cómo y de qué manera, me conmueve. Creo que puedo ayudar tanto en lo económico como en lo social y tener mi propia voz. Al final soy una mujer joven y que crean en mí, en las ideas que puedo tener, es precioso. Me siento escuchada y esto me llena y motiva.
Lo más inmediato es la Nit de l’Art, ¿qué tienen planeado?
—Me metí a fondo en la piscina. Tenemos tres exposiciones, una en la Country [el espacio de Bibi + Reus en Establiments] y una en la City [en la calle Vilanova de Palma]. En la Country estará Daniel Roibal, que es mallorquín y reside en Inglaterra, y Karolina Albricht (In Mystery, Worlds Collide), británica que hizo una residencia con nosotros. Ahora coincidirán ambos aquí con expos de pintura el 13 de septiembre para que no cope la Nit de l’Art. Y de cara al 20 tendremos una de pintura de Maite y Manuel (Plastic Street) en la City. Además haremos un showroom de nuestros otros artistas.
¿Cuál es el espacio que viene a cubrir la sede de Palma, la City?
—Es una forma de estar, de mantenernos en el circuito y estar en el centro. Fran siempre ha estado aquí y tenía sentido estar en la ciudad. Los proyectos de Country son muy diferentes, aunque la línea es la misma. Serán programas parecidos, centrarnos en el artista, local, nacional e internacional, sin olvidarnos de las figuras emergentes. Estar en el centro nos permite llegar a más públicos, pero tampoco es una típica galería-tienda. Queremos darle una vuelta y no ser lo típico.
Una de las líneas generales de su forma de ver el arte expuesto es la huida de la idea del cubo blanco, ¿lo va a aplicar aquí?
—Sí y es una de las cosas que me hizo pensar que el proyecto me representa. Los dos espacios de Mallorca, así como el que abriremos en México, cumplen la norma de no caer en el cubo blanco, así podremos trabajar con la arquitectura del sitio y que sea un papel en blanco sin serlo. También contar la historia del edificio y respetarla para dar nueva vida y hacer una nueva narrativa. Hemos venido a jugar.
¿Cuál será su relación con la nueva galería de Ciudad de México?
—Estaré allí y aquí por temporadas. Nuestra idea es compartir culturas. Son destinos turísticos y también hacen match con nosotros por la importancia del heritage, la cultura, la lengua. No es nada forzado, sino natural, y empezaremos en febrero con Zona Maco. La idea es poder hacer un intercambio con artistas mallorquines y mexicanos.
¿Cuáles son los objetivos a un año vista, por poner una fecha, de la gestión de La Bibi + Reus?
—Que la marca se sostenga, aterrice y se nos conozca por dar voz a los artistas. Tenemos 17, que son todos como mis hijos, y tengo que impulsarlos para que sigan vendiendo, creando, exponiendo y así puedan seguir viviendo de esto.
¿Cuál será el equilibrio entre los artistas locales, nacionales e internacionales?
—El que ya tenemos. Lo que tiene sentido es que estén en los tres grupos, que los artistas locales puedan ser también nacionales e internacionales, porque esto nos da proyección a todos.
Por resumirlo todo un poco, ¿cuál será La Bibi + Reus de Raquel Victoria?
—Una de ideas claras y estéticas dispersas. Lo que voy a hacer, porque me han dado las llaves, es cuidar a los artistas y conocerles para poder contar lo que hacen, ser una traductora de su arte. Quiero conocer, cuidar y comunicar.