Entrevista

Elena Gual (1994, Mallorca) cambió la pincelada por la
espatulada
cuando tuvo una reacción alérgica a la trementina.

Foto de Elena Gual en la cabecera de Magas

Fecha de publicación:

10 de noviembre de 2024, 1:06

Sus padres la habían animado a estudiar Arquitectura en Londres pero
supo que su camino era la pintura cuando se puso delante de los
lienzos de Van Gogh en su museo de Ámsterdam.

Nos encontramos con ella en Arma Gallery (C/ Valverde 30), la
galería que la representa en Madrid, donde posa alrededor de algunas
de sus obras. Dos cuadros protagonizan esta sesión. El primero lo
expuso en Casa de Vacas “en la exposición Raíces, con
retratos de mujeres andaluzas, con los labios rojos”.

El segundo es monumental, “naranja, de mayores dimensiones, en el
que una mujer tiene los brazos en jarra. Hoy nos hemos puesto a
jugar en la terraza con la luz natural”. Para Elena Gual, pintar es
lo mismo que vivir.

Foto uno de Elena Gual con el look uno

¿Cómo llegaste a tener esta forma de pintar?

Me dio una tremenda reacción alérgica a la trementina, que es el
líquido donde limpias el pincel, y así empezó mi trabajo con la
espátula en Londres. Me aconsejaron que no debía tocar ese químico y
a partir de ahí fue algo muy orgánico.

Yo mezclaba la pintura con espátula, y en uno de esos momentos de
búsqueda personal pensé en por qué no aplicar el óleo con la
espátula en el lienzo, dejé a un lado el pincel y empecé a pintar
así. Hace ya ocho años. Londres fue importante, allí también dejé
los encargos y empecé a tener un poco de peso en redes sociales y
nació la idea de hacer prints [impresiones].

Foto dos de Elena Gual con el look uno

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¿Cuánto tardas en concluir una obra?

Nunca es lo mismo. Depende de cuantas veces retoque una pieza. En un
retrato, si me sale bien a la primera puedo tardar un día, si sale
mal o lo tengo que repetir o rascar puedo tardar una semana, hasta
tres. ¡Soy mujer, depende del mood en el que esté! Si estoy
feliz o enfadada con la vida, tardo menos o más.

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físico»

¿La primera pincelada es siempre un error, como afirmaba Picasso?
Bueno, en este caso la primera espatulada…

No sé si tanto. Yo pienso que la auténtica creatividad se encuentra
trabajando. Hay un dicho que me gusta de un profesor que tuve que me
encantó, es ‘¿cómo vas a borrar si no pones nada?’. De las primeras
espatuladas, quizás, yo podría decir que son lo mejor, lo más
importante que haces en el lienzo.

Foto tres de Elena Gual con el look uno

Camisa y falda de Samsoe Samsoe con sandalias de Sandro

Foto tres de Elena Gual con el look uno

¿Te cuesta mucho el lienzo en blanco?

Me cuesta empezar proyectos, empezar cuadros no. Soy metódica. Me
siento con mis libros, mis cuadernos, viajo y escribo mucho buscando
la inspiración. Me gusta la fotografía, sobre esas fotos hago los
dibujos y luego tengo más o menos una idea. Cuando empiezo el lienzo
tengo mucho avanzado.

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hay que despertar la llama que tenemos»

¿El proceso es el mismo? ¿Haces fotos de lo que te interesa y luego
pintas esas ideas a gran formato?

Tengo varias cámaras de foto de gran formato. También a veces llego
a organizar una producción grande, escojo un cierto número de
mujeres, busco ciertos colores e incluso tengo un gran fotógrafo que
me ayuda y yo dirijo el set. Si una idea es muy fuerte, o hay mucho
collage detrás, subo todos esos peldaños.

“Soy metódica. Me siento con mis libros, mis cuadernos, viajo y
escribo mucho buscando la inspiración”

– Elena Gual

Foto uno de Elena Gual con el look dos
Vestido de gasa azul de Twin-set

Foto uno de Elena Gual con el look dos

Escribes esta frase en tus redes: “My goal is to focus on these
women, highlight their shapes, beauty and persona” [Mi objetivo es
centrarme en estas mujeres, resaltar sus formas, belleza y
personalidad]. ¿Cómo buscar hacerlo?

He tenido mucha suerte, he viajado mucho. He estado en África e
India con mis cámaras e intento exponer lo que he aprendido de estas
mujeres. Siempre me ha intrigado la feminidad de cada lugar, el
empoderamiento y la fuerza que muestra una mujer.

En Andalucía el año pasado lo que hice fue concentrarme en buscar la
esencia de la mujer andaluza. Nunca había sentido tal fuerza en la
feminidad como en Andalucía, en el sur de nuestro país. Tanta
seguridad y fortaleza femenina. No siempre es evidente. A veces
puede ser un velo lo que muestra eso. El simple hecho del labial
rojo que le da un empoderamiento superficial, pero muy fuerte, hay
mucho rojo en mis últimos cuadros del proyecto de Andalucía.

Foto dos de Elena Gual con el look dos

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La sensación de pintar

En uno de tus últimos posts describes esa sensación de ‘flow’ que
experimentas pintando…

Mi momento favorito del mundo es cuando estoy pintando porque la
cabeza no me hace ruido. Es un momento de introspección. No es tanto
estar concentrada, es estar en mi mundo, ajena a todo lo de fuera y
a todo lo demás, apartando el móvil, desconectando, dejándolo
aparte. Como cualquier trabajador, supongo, que aparta el móvil para
concentrarse.

¿Siempre fue así?

Desde pequeña, yo crecí como hija única, busqué maneras para
distraerme yo sola, también el baile, hacía gimnasia rítmica, tocaba
el piano y cantaba hasta los dieciséis, pero la pintura era otra
cosa.

El momento de dibujar era mi momento. Sabía que me iba a
dedicar al mundo del arte pero me incliné quizás a las plásticas
porque el momento que dibujas o pintas no hace falta que enseñes
nada hasta que esté acabado, lo enseñas cuando estás segura.

Foto tres de Elena Gual con el look dos

¿Y cuándo viste claro que podrías dedicarte a la pintura?

Yo quería estudiar pintura pero mis padres me aconsejaron que
estudiara algo que me fuera a dar un futuro económico estable. Las
redes sociales aún no existían y la comunicación era difícil. Mi
padre era promotor y ellos me aconsejaron que hiciera Arquitectura
en Londres.

Pero finalmente ganaron los estudios de pintura…

Puede sonar a cliché, pero fui al museo de Van Gogh en Ámsterdam y
lo que me provocó ver aquellos cuadros me cambió. Les llamé y les
dije ‘quiero estudiar pintura, es lo que voy a hacer’.

Foto uno de Elena Gual con el look tres

Vestido rojo de Pinko con sandalia plana de cuero ribeteada de
Sezane

¿Qué cuadro recuerdas más?

Te mentiría si dijera que uno solo. Sí recuerdo especialmente
Los Girasoles. Llamé al profesor que había tenido de
pintura y me aconsejó irme a Italia. Al cabo de varias
conversaciones más entendí que, al igual que había hecho con el
deporte y la música, la técnica era todo para poder crear mis
propias escalas. Así que me fui a la Academia de Florencia de
pintura.

Allí estuve tres años y medio. Fue muy duro porque la técnica
estaba, pero se bloqueaba de la mente todo lo creativo, como el
artista renacentista, sólo se usaba el carboncillo y la goma el
primer año, así que yo copiaba bodegones y modelos para entrenar el
ojo. Nos enseñaban que el arte es figurativo. Eso es duro porque
tienes que dejar de lado los impulsos creativos.

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¿Y cómo fue Nueva York?

Yo quería dibujar con pintura. Quería que mi ojo supiera dónde están
las formas y los contrastes y como me apetecía hacer un Erasmus, y
mi universidad tenía sede en Nueva York, me presenté y gané un
concurso del MET para copiar un cuadro mítico del Metropolitan.

¿Qué cuadro resultó el elegido?

Retrato de Madame X de John Singer Sargent. Él la pintó en
1890. Ahí el tirante de la modelo estaba bajado, más que nada por la
composición, eso lo hacía más bello como cualquier Venus del
Renacimiento, pero cuando se expuso hubo una polémica enorme, le
echaron de Francia. El Metropolitan quiso exponer este cuadro como
verdaderamente se pintó en su día y en eso me esforcé.

Foto dos de Elena Gual con el look tres

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¿Qué descubriste al dedicar tantas horas a pintar esta obra maestra?

Era lo más elegante que había visto en mi vida. Y sigue siéndolo. Me
da rabia que no sea una mujer la autora [sonríe]. La gente puede ver
su pintura en el Thyssen, porque no hay nadie que pinte las manos
como ese artista ni creo que lo llegue a haber.

El color de la piel tan blanca que tenía ella, el fondo marrón que
se pone de base en los lienzos blancos para que la luz no suba, es
un marrón que le da un tono muy dorado llamado “raw umber”.
Este es el cuadro sobre el que estuve meses trabajando, pero no lo hice entero,
hice una parte durante medio año.

Foto tres de Elena Gual con el look tres

¿Cómo fue la vuelta a casa?

Cuando volví a Mallorca, no había mucho que hacer, aparte de ser
profesora o hacer retratos, y entonces pensé que en Inglaterra
funcionan muy bien los encargos. Aún no era el Brexit, así
que fui a Londres y a la par estudié un año en
Central St. Martins y otro en la Royal Academy,
una formación creativa, para poder empezar a vivir de ello.

¿Nacer en Mallorca puede ser que aporte una visión del mundo
particular?

Sí. Me fui de casa muy joven pero la isla atrapa y siempre te hace
volver. La primera vez que fui a la península, cuatro horas en
coche, me pareció increíble, porque en una yo me cruzo mi isla. El
simple hecho del color en sí, el color del cielo es muy diferente,
en Madrid es azul frío, aquí es azul muy cálido. Lo veo en los
fondos de mis cuadros, yo viajo mucho, y siempre me llegan esas
comparaciones con los colores de Mallorca.

“Nunca había sentido tal fuerza en la feminidad como en Andalucía,
en el sur de nuestro país”

– Elena Gual

Foto uno de Elena Gual con el look cuatro

La vigencia de la pintura

A Elena Gual, le gustan artistas “como Jenny Saville, que
es dura, o Flora Yukhnovich, estoy enamorada de cómo le llega la
inspiración, coge fotos random y las cuelga. Los
impresionistas me gustan, me encantan Claude Monet y John Singer
Sargent”.

¿Por qué crees que sigue vigente el lenguaje de la pintura en un
mundo saturado de información visual y pantallas?

Porque te paras. Te detienes. Realmente cuando vas a una exposición
te paras a ver una imagen, y te paras contigo misma, respiras más
lento y pasan cosas, puede que un recuerdo te venga, surja una
emocionalidad que no has esperado.

Tenemos tal monotonía vital… es necesario, yo siempre recuerdo a mis
amigos que ir a una exposición no es para hacer fotos a los cuadros,
es más como si fuese terapia.

Foto dos de Elena Gual con el look cuatro

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Foto tres de Elena Gual con el look cuatro

Chaleco y pantalón de Bleis, mocasines de Sebago y collar de
Amalgamia

¿Ves muchas exposiciones?

Muchísimas. Viajo para ello. Aquí el impresionismo me encanta, voy
mucho al Thyssen. En Madrid tengo muchos amigos del arte y voy a
galerías pequeñas. Me encanta Sorolla, para mí se parece a Sargent,
creo que se llegaron a conocer y su casa me encanta.

Siempre hay una obsesión artística de algo próximo… ¿cuál es la
tuya?

Un tiempo para mí. Respirar un poco. Soy muy afortunada de haber
podido ahorrar. Me apetece parar la rueda.

Quiero trabajar con el tema de la mujer, he hecho hace poco un
retiro solo de mujeres, pensé que hay muchas cosas que contar sobre
la mujer, creo que puedo hacerlo y quiero seguir indagando en sus
emociones.

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