¿Qué le sucede a Alejandro Davidovich? Sólo él lo saba o ni siquiera. De momento sigue sin trascender qué problema bloquea su físico en … la pista una vez avanzado los partidos, cuando siempre ha lucido una gran condición en este aspecto. En el mejor momento de su carrera, decimoctavo del circuito y más arriba en la ATP Race, en su año más redondo, encadena tras la de la madrugada de este domingo dos retiradas consecutivas, para más inri en sendos Masters 1.000, en octavos de Toronto, ante Rublev, y en segunda ronda de Cincinnati, contra Fonseca (52º). En ambas ocasiones muy cerca de ganar.

Las estadísticas del duelo, con ventaja de puntos de Davidovich (67-66).

Las estadísticas del duelo, con ventaja de puntos de Davidovich (67-66).

@ATPEntry

Seis días median entre ambas situaciones. Frente a Rublev, cuando estuvo a dos puntos de la victoria, pudo acusar el cansancio de una gira muy intensa para él que le había llevado a jugar nueve partidos de individuales en dos semanas naturales. El duelo ante el ruso fue de una enorme intensidad, con dos primeros sets resueltos en sendos desempates y, después de ganar el primero e ir arriba (2-1) en el segundo, su cuerpo pareció colapsar cediendo seis puntos de forma correlativa y sin moverse con normalidad en el arranque de la tercera manga.

Davidovich emitió un mensaje tranquilizador horas después. «Todo bien. Pero este calendario… madre mía. Ahora unos dias ‘off’ para recargar baterías», escribió, pero lo cierto es que casi una semana después el guión se repitió en Cincinnati ante Fonseca. El malagueño dominó durante hora y cuarto de choque y colapsó, antes incluso que contra Rublev.

Pese a entrar en el partido con un ‘break’ en contra, en un turno al saque con dos dobles faltas y restos agresivos de Fonseca, se repuso enseguida y se sostuvo ante los mejores minutos del brasileño, la gran promesa sub-20 del ATP Tour, el tenista al que todos quieren ver en la pista por su juego agresivo y su derecha demoledora en apoyos.

La ATP se frota las manos con la aparición de un brasileño al más alto nivel, por lo que implica a nivel de mercado y aficionados, y los torneos le incluyen en buenos horarios y pistas, pese a cierta irregularidad esta campaña, la primera ya de lleno en la élite a todos los niveles. Hay muchos argumentos para pensar en que sea ‘top ten’ en pocos meses, pero ha de ganar en consistencia y a nivel táctico, en la toma de decisiones.

Joao Fonseca se lanza la bola en un saque.

Joao Fonseca se lanza la bola en un saque.

AFP

Ante una buena versión de Fonseca, con saques demoledores por momentos, Davidovich ya sirvió con 5-4 para cerrar el set, pero se atascó y tuvo que encomendarse al ‘tie break’. El ‘mini break’ del primer punto fue suficiente, porque con gran aplomo sostuvo todo el tiempo esa renta en el desempate, y se disparó en el segundo set, con una fase ya demasiado irregular de su oponente: 4-0 y saque.

Parecía todo el pescado vendido. Normalmente con tanta renta el que domina suele caer en el relajo, y Davidovich perdió uno de sus quiebres a favor. De repente el partido giró y el pupilo de Félix Mantilla, ya incorporado desde el ‘box’ a la gira, empezó a sentirse incómodo. Estiraba las piernas o respiraba profundo antes de un saque como sintiéndose exhausto, sin fuelle.

Alejandro Davidovich, sin camiseta y abrasado por el calor en Cincinnati en un descanso.

Alejandro Davidovich, sin camiseta y abrasado por el calor en Cincinnati en un descanso.

SUR

Su cuesta abajo la advirtió enseguida Fonseca, más conservador y esperando los errores no forzados de Davidovich, que a medida que transcurrían los puntos estaba más lento de piernas y sin poder soltar del todo el brazo. Se pasó del 4-0 al 4-5, y el tercer ‘break’ seguido encajado llevó al rinconero a no seguir en la pista para sorpresa hasta de su cuerpo técnico, cuyo gesto denotaba que no parecía comprender lo que le pasaba.

¿La mente no se adapta a las exigencias del momento? ¿No digiere el cuerpo de Davidovich una temporada enorme de experiencias, con tres finales perdidas y su mejor ‘ranking’ y juego? ¿Le frena algún virus del que no se ha repuesto, como en una fase de la gira primaveral de tierra? El caso es que tenía una buena oportunidad de sumar puntos en Ohio (se hubiera cruzado con Atmane en dieciseisavos) y ahora queda la duda de si estará en disposición de encarar el US Open dentro de dos semanas y, después, ese cambio a la tierra, para medirse a Dinamarca en Marbella en la Copa Davis.