El Balonmano Soria disputó su primer partido de pretemporada en Ólvega, cayendo por 28-34 ante un exigente Helvetia Anaitasuna. A pesar de la derrota, marcada por varias exclusiones que condicionaron el resultado, el cuerpo técnico valora positivamente las sensaciones del equipo. La nota negativa fue la lesión en el pie de Rubén Etayo, pendiente de evaluación médica.
El Balonmano Soria inicia su calendario de partidos de preparación con una derrota por 28-34 frente a Helvetia Anaitasuna. El encuentro, disputado este sábado en Ólvega, deja sensaciones positivas en el cuerpo técnico a pesar del resultado y de la preocupante lesión de Rubén Etayo.
El Pabellón Municipal de Ólvega acogió ayer sábado el primer test de pretemporada para el Club Balonmano Soria. Apenas cinco días después de comenzar los entrenamientos, el equipo dirigido por Oriol Casterllanau se midió a un rival de entidad como es Anaitasuna, un histórico del balonmano nacional. La cita sirvió no solo como banco de pruebas para los amarillos, sino también para devolver el balonmano de categoría nacional a la localidad, cuya afición respondió llenando las gradas.
Desde el pitido inicial, el choque se desarrolló con una intensidad poco habitual para estas alturas de la preparación. Ambos conjuntos apostaron por una defensa de alto nivel y transiciones rápidas en ataque, buscando un ritmo de juego elevado que puso a prueba la condición física de las dos plantillas.
Un partido condicionado por las exclusiones
El técnico soriano aprovechó el amistoso para dar minutos a todos sus jugadores, realizando amplias rotaciones. Durante los primeros 25 minutos, el marcador reflejó una igualdad casi total, gracias en parte al buen hacer de la portería local y a la efectividad de la primera línea en el lanzamiento exterior.
Sin embargo, el tramo final del primer tiempo y el comienzo del segundo estuvieron marcados por varias sanciones disciplinarias. La estricta aplicación del reglamento dejó al Balonmano Soria con solo cuatro jugadores de campo en dos ocasiones. Esta inferioridad numérica fue aprovechada por Anaitasuna para abrir una brecha de tres goles que resultó decisiva y que supieron gestionar hasta el final del partido, que concluyó con un resultado de 28-34.
La lesión de Rubén Etayo, la nota negativa
La peor noticia de la jornada fue la lesión de Rubén Etayo. El jugador tuvo que abandonar la pista con evidentes gestos de dolor en su pie derecho tras la caída fortuita de un rival sobre su articulación.
El club está a la espera de una valoración médica para determinar el alcance exacto de la lesión. La evolución de Etayo en los próximos días será clave para la planificación de las siguientes sesiones de entrenamiento y los próximos compromisos de preparación.
Buenas sensaciones pese al resultado
A pesar de la derrota y del contratiempo de la lesión, el cuerpo técnico del Balonmano Soria extrajo conclusiones positivas del encuentro. Se destacó especialmente la capacidad de adaptación táctica del equipo y la buena asimilación de la carga física acumulada en esta primera semana de trabajo.
De esta forma, el conjunto soriano continúa con su proceso de ensamblaje. El objetivo es llegar en las mejores condiciones posibles al inicio de una División de Honor Plata que se prevé de máxima exigencia, donde cada partido será una prueba de competitividad y resistencia para los de Oriol Casterllanau.