Jon Rahm se fue de Chicago tras perder una gran oportunidad de romper una sequía de títulos que ya va por once meses. Tras una … jornada dramática, con múltiples alternancias en el liderato, el vizcaíno, mal con el putter, sucumbió en el desempate ante el sudafricano Dean Burmester. Al playoff llegó también un meritorio Josele Ballester, diamante en bruto del golf español a sus 21 años. Con este resultado, el de Barrika deja escapar además una oportunidad de oro de rebasar a Joaquín Niemann en la tabla. El chileno remontó para entrar por los pelos en los puntos.
Como en las dos jornadas previas, Rahm sufrió un duro revés a las primeras de cambio. Después de verse obligado a meter un putt de dos metros para evitar el bogey en el hoyo 1, los problemas llegaron en los dos siguientes. Un tripateo en el par 4 del 2 que llegó tras pasarse largo desde trece metros y no acertar en ese compromiso de vuelta de dos metros y medio. En el siguiente desafío todo lo que pudo salir mal salió peor. Al búnker desde el tee, luego al rough y después a una zona fuera de límites en la que dropó con penalidad puesto que le molestaba la alta maleza. En ese momento el vizcaíno realizó un buen golpe corto y evitó males mayores al no fallar esta vez desde dos metros.
Este bache, por fortuna, no se tradujo en un retroceso claro en la tabla. El viento azotó con fuerza en Bolingbrook y nadie sumaba birdies con facilidad. De hecho, en ese momento ocho jugadores estaban compromidos en apenas un golpe y hasta trece en dos. El que salía líder, Dean Burmester, concedió tres bogeys en sus primeros hoyos. Rahm se dejó después un putt largo de once metros en el par 3 del cuarto desafío antes de lograr la primera rebaja de la jornada. Llegó en el par 4 del 5 tras un hoyo jugado como mandan los cánones. Del medio de la calle ofreció un espectacular golpe para dejar la bola a metro y medio del agujero. Añadió el segundo birdie del día en el 7 justo después de necesitar un putt de tres metros, la distancia más larga que acertó, para salvar el par en otro tortuoso par 3. Esta nueva rebaja la logró al embocar desde dos metros.
En ese instante el de Barrika se puso colíder con Burmester, mientras Josele Ballester, que completó el partido estelar, se mantenía al acecho. Por la cabeza del torneo también se asomaron el mexicano Carlos Ortiz y otro sudafricano como Branden Grace, que peleó por el título en Valderrama. Se avecinaba, como así fue, un desenlace muy parejo. Rahm dio un paso atrás en el 8 al sumar el tercer bogey del día. Este llegó tras un mal golpe desde el rough y una insuficiente recuperación. No acertó desde algo más de tres metros y perdió un golpe.
Llegaba el ecuador de la ronda el doble campeón de majors salvando otro par en el que se dejó un putt de once metros. Luego tuvo otras opciones desde siete y ocho metros que tampoco entraron. Se resistían esos ‘puritos’ que deciden campeonatos. No perdonó Rahm el par 5 del 12, en el que la víspera logró un espectacular eagle. Tuvo en su mano dicha recompensa, pero no pateó bien desde seis metros pese a que se dejó el birdie dado. Desde esa misma distancia lo rozó esta vez en el par 3 del 13 antes de desaprovechar el último par 5 del campo. La salida fue mala y una vez volvió a la calle no estuvo fino con el hierro, dejándose una oportunidad de siete metros que no entró. En paralelo, Ballester logró un birdie que lo llevó a liderar en solitario por primera vez en la jornada, con -9 y dos golpes de ventaja sobre su ídolo vizcaíno. Entre medias, Burmester y Ortiz.
Llegaba el hoyo 15, un par 4 corto, de algo más de 300 metros, un caramelito para grandes pegadores como Rahm. Fue agresivo porque lo necesitaba, aunque la pelota acabó en el rough. Desde allí, en un momento tan delicado, el ‘León de Barrika’ ofreció un chip de mucho nivel que le dejó dado el birdie para bajar a -8. Entonces a Ballester le pudo la presión y con un bogey posibilitó un cuádruple empate. Era, por cierto, la primera vez que Rahm estaba bajo par en el día.
Espectacular final
En ese momento los locos algoritmos que maneja el LIV daban al vizcaíno un 31% de posibilidades de ser campeón, en lo más alto de las quinielas. El gran nivel mostrado por los tres miembros del partido estelar fue palpable en el 16. Rahm, Ballester y Burmester lo jugaron de fábula, pero los españoles fallaron desde cinco metros mientras que el sudafricano sacó las garras y no perdonó desde metro y medio. De nuevo, tocaba remar. Por delante, un par 3, un tipo de hoyo que no da pie a mucha fantasía y que exige ser la mar de certero para tener opción de éxito. Ninguno de los tres lo fue. Rahm volvió a quedarse con la miel en los labios desde seis metros y medio. Burmester llegó al último hoyo con un golpe de ventaja. La perdió tras dos golpes antológicos de Ballester y Rahm, que forzaron un desempate a tres bandas que coronó al africano tras repetir el hoyo 18. La semana que viene el LIV se decide en Indianápolis.
La tarjeta de Rahm
Hoyo Par Golpes Balance
1) 4 calle-calle-green-putt PAR -7
2) 4 calle-green-3 putts BOGEY -6
3) 5 búnker-rough-out-drop-green-putt BOGEY -5
4) 3 green-2 putts PAR -5
5) 4 calle-green-putt BIRDIE -6
6) 3 green-2 putts PAR -6
7) 4 calle-green-putt BIRDIE -7
8) 4 rough-calle-green-2 putts BOGEY -6
9) 4 calle-green-2 putts PAR -6
10) 4 calle-green-2 putts PAR -6
11) 4 calle-green-2 putts PAR -6
12) 5 calle-green-2 putts BIRDIE -7
13) 3 green-2 putts PAR -7
14) 5 rough-calle-green-2 putts PAR -7
15) 4 rough-green-putt BIRDIE -8
16) 4 calle-green-2 putts PAR -8
17) 3 collarín-2 putts PAR -8
18) 4 calle-green-putt BIRDIE -9
18) 4 rough-green-2 putts (playoff) PAR -9