«Es un libro profundamente emocional, escrito desde las entrañas… y el mayor favor que le puedo hacer al futuro lector de este libro es no decir nada más», explica el músico Joan Enric Barceló, del grupo Els Amics de les Arts. Recomienda la novela Sólo lluvia, sólo tierra, sólo barro, de Montse Albets (Mataró, 1977), un debut avalado por el buen olfato de los editores de Periscopio, como hacía notar Jordi Nopca hace unos meses en elAhora Leemos. De hecho, es la misma editorial en la que Barceló publicó el libro de relatos Morir sabiendo pocas cosas (2023).
Antes de escribir la novela, Montse Albets ha hecho diferentes papeles del auca del mundo de los libros: correctora, librera, conductora de clubes de lectura… Es decir, no llegó a Sólo lluvia, sólo tierra, sólo barro de la nada. Todo ello se nota en un libro que, como dice Barceló, «cuando lo empiezas crees que va de algo y, en cambio, va de algo muy diferente». El punto de partida es el viaje de Maria hasta la masía de Ca la Viuda, y el tuétano: el duelo perinatal, y las circunstancias psicológicas y burocráticas que lo condicionan. «Es un duelo inexistente, porque enseguida te obligan a volver al trabajo, en caso de que no te cojas la baja», decía Albets.
«La autora es muy hábil, y es capaz de descolocar al lector, de colocarlo en un lugar muy incómodo desde un principio. Además, mezcla diferentes puntos de vista: una voz en primera persona, una voz en tercera, correos electrónicos… Hay una serie de estrategias narrativas al servicio de la historia principal,» Barceló, inmerso en la gira de celebración de los veinte años de trayectoria de Els Amics de les Arts, que comenzó el 25 de julio en el Poble Espanyol de Barcelona.
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