El Betis está inmerso en acelerar una operación salida que comenzó muy fuerte en el principio del mercado y luego se fue frenando hasta llegar el mes de agosto. Ahora, con casi todos los fichajes realizados, a expensas del pivote y Antony y la posibilidad de un delantero, el conjunto verdiblanco está centrándose en dar salida a los descartes que todavía continúan en el club.
El primero en esta lista ha sido Gonzalo Petit, que se ha marchado cedido al Mirandés tras fichar este mismo verano por el equipo heliopolitano como una apuesta de futuro. El segundo ha sido Romain Perraud, que ha abandonado el conjunto de las trece barras para regresar a Francia de la mano del Lille. Los siguientes deben ser Borja Iglesias al Celta y Nobel Mendy, que tendrá que decidir entre Rangers y Rayo Vallecano.
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Centrándonos en el caso de Perraud, el lateral ha durado un año en el Betis. Su fichaje la temporada pasada como apuesta de la dirección deportiva para renovar el lateral izquierdo no ha terminado de asentarse en el Benito Villamarín. A pesar de jugar 41 partidos entre todas las competiciones, el rendimiento del francés no ha sido el esperado por la entidad heliopolitana y, un año después de su llegada, se le ha buscado una salida aprovechando el mercado que todavía tiene en Francia.
Betis y Lille han acordado un traspaso con el pago de un fijo de tres millones de euros y unas variables de 500.000 para que el conjunto verdiblanco pueda recuperar su inversión de hace apenas un año y, a corto plazo, consiga inscribir a los fichajes que aún no son de la partida y a los que firmaron nuevos contratos o activaron cláusulas distintas, como el caso de Ricardo Rodríguez, para la primera jornada de LaLiga ante el Elche.
Con esa operación, en Estadio Deportivo hemos querido plantear a la afición bética si le parece una buena venta para el club, tanto a nivel económico como a nivel de calidad en la plantilla. Dentro de la igualdad que ha dejado la encuesta Helvetia, la opción del ‘sí’ ha salido ganadora. El 52,70% de los votantes creen que es una gran venta por parte del club, seguramente condicionado por la recuperación de la inversión realizada un año antes a pesar de ser un descarte. El 47,30% restante de los votos creen que la operación no es buena para los intereses béticos.