El novelista James Patterson (Nueva York, 1947), creador del popular inspector del FBI Alex Cross, compañero de fatigas literarias de Bill Clinton y Michael Crichton, y superventas de proporciones faraónicas gracias a sus más de 400 millones de ejemplares vendidos y a ese récord de números 1 en la lista de los más vendidos de ‘The New York Times’, trabaja en un libro sobre el asesinato de Brian Thompson, CEO del coloso mundial de los seguros médicos UnitedHealthcare. O, lo que es lo mismo, sobre Luigi Mangione, el joven de 27 años acusado de disparar por la espalda a Thompson, de 50 años, a las puertas de un hotel del centro de Nueva York en diciembre de 2024.
“Esta es una historia sobre el sueño americano que salió mal. También es la historia de la evolución de un joven, desde graduado de una universidad de la Ivy League hasta conocido acusado de asesinato y, finalmente, autoproclamado mártir político», ha avanzado Patterson en un comunicado.
«Cacería humana»
La novela, aún sin título ni fecha de lanzamiento, llegará firmada a medias con Vicky Ward, periodista de investigación con la que el autor de ‘La hora de la araña’ ya colaboró en ‘The Idaho Four’, un libro sobre el asesinato de cuatro estudiantes en la Universidad de Idaho en 2022. «Al igual que millones de personas en todo el mundo, Vicky y yo quedamos fascinados por la cobertura de la cacería humana de cinco días desde Midtown Manhattan hasta Altoona, Pensilvania”, apunta Patterson en referencia a la persecución que acabó con el arresto de Mangione en un McDonald’s de Altoona.
El escritor James Patterson en una imagen reciente / Greg Allen / AP
En el momento de su detención, el joven, graduado en ingeniería informática por la Universidad de Pensilvania, tenía en su poder una pistola ‘fantasma’ fabricada con una impresora 3D y un manifiesto de tres páginas donde cargaba contra el sistema de salud de Estados Unidos y condenaba vehementemente a las compañías que “abusan del país para beneficios inmensos”. «Estos parásitos se lo habían buscado”, había escrito.
En cuestión de horas, Mangione pasó de sospechoso de asesinato a icono y celebridad idolatrada por quienes se sienten víctimas de un sistema sanitario gobernado por los intereses espurios de las aseguradoras privadas: en las tres balas que disparó a Thompson había escrito “retrasar”, “denegar” y “deponer”, palabras supuestamente asociadas a tácticas habituales de las aseguradoras para evitar aplicar las coberturas de sus clientes.
La «caja negra» de los seguros médicos
En palabras de Ward, «esta historia llega al corazón de los problemas sociales, culturales y políticos que dividen a Estados Unidos en este momento. No hay nada más repudiable y oscuro que la industria de los seguros médicos, y es hora de abrir esa caja negra a través de un crimen que ha llamado la atención de todo el país».
Mangione, que actualmente está siendo juzgado, se declaró inocente de los cargos de asesinato, uso de arma con silenciador y dos cargos de acoso. La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, declaró a principios de este año que había ordenado a los fiscales federales solicitar la pena de muerte.
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