Después de dos años y medio de sequía en el circuito americano, Justin Rose (67 golpes, -16) ha vuelto a emerger entre sus rivales para convertirse de nuevo en campeón en el PGA Tour. Ha sido en el FedEx St. Jude Championship, el primero de los eventos de los PlayOff, y después de una muerte súbita que se acabó decidiendo en la tercera bandera gracias a un birdie del inglés que le permite llegar a la docena de victoria en Estados Unidos.

El británico, de 45 años, demostró este domingo por qué ha sido en los últimos lustros un fijo de los mejores eventos del mundo. De hecho, poco le importó que saliera de la primera parte del recorrido con un resultado en positivo como consecuencia de dos bogeys y un solitario birdie. El jugador europeo no se rindió en ningún momento y, pese a mantener el resultado tras el binomio acierto-error en el 10 y el 12, todo cambió en la parte final.

Rose se anotó cuatro birdies consecutivos del 14 al 17 con los que dio un salto en la tabla, igualando los guarismos de JJ Spaun (665 golpes, -16) y superando a un Scottie Scheffler (67 golpes, -15) que no pudo completar la remontada -aunque por momentos parecía que volvería a hacerse con la victoria-. El número uno mundial finalizó el día con cinco birdies y dos bogeys para terminar en la tercera posición igualado con un Tommy Fleetwood (69 golpes, -15) que volvió a pasear su inoperancia en los metros finales de un campeonato del PGA Tour.

El británico, que lideró durante buena parte del torneo, finalizó el día con tres birdies y dos bogeys para volver a quedarse a las puertas del título. Todo ello mientras Jhonattan Vegas (68 golpes, -8) completó una nueva ronda por debajo de los 70 para finalizar en el Top 14 como el mejor latino de la prueba y así avanzar hasta el Top 49 de la FedEx, haciéndose un hueco para el BMW.

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