A estas alturas de la vida, pocas cosas pueden dejar pasmado a El Gran Wyoming. Lleva décadas dándole a la sátira, sobreviviendo a transiciones y a más de una tertulia con las que dan ganas de meterse en el congelador. Y cuando se trata de hablar de literatura, al tipo se le cambia la voz. Baja una marcha y sorprende.

En una entrevista con Librotea, mientras hablaba de libertad, de hippies y de las veces que se ha metido en líos por decir lo que piensa, soltó algo que no debería pasar desapercibido: «me impresionó mucho porque es tan complicado lo que hacía ese hombre… Sólo a través del arte y la literatura, la buena, conseguía crear una obra maestra de algo que era un desafío impensable«. Lo dice como quien se acuerda de algo que le removió más de lo previsto.

Opina que el autor te cuela cosas por las que a cualquiera funarían. Lo dice con admiración y estupefacción. Habla de ‘Ada o el ardor’, de Vladimir Nabojov, una obra monumental, escrita en un inglés que no era materno del autor, que recorre temas complejos a través de una prosa exquisita. Sí, es una historia de amor. Sí, es una obra controvertida. Es también una demostración salvaje de lo que puede hacer la literatura cuando desobedece.

Anagrama ‘Ada o el ardor’, de Vladimir Nabokov

'Ada o el ardor', de Vladimir Nabokov

Editorial

Anagrama Número de páginas

600 Año de edición

2006

Wyoming la considera «una obra maestra» precisamente porque no se puede contar de otra manera. Está escrita con una belleza insultante. Convierte lo que sería inaceptable en manos de cualquiera en una experiencia estética apabullante. Lo que él destaca es el vértigo artístico de Nabokov y su manera de tensar el lenguaje.

Para él, si ‘Ada o ardor’ se adaptara hoy, «sería una cosa brutal, de mucho impacto y gran calidad«. Una afirmación temeraria que se entiende mejor si uno ha leído la novela. Lo que propone Nabokov es un mundo entero: una cronología inventada, una geografía alternativa, un lenguaje que muta, una familia que desdobla en el tiempo. Hay amor, deseo, ciencia, filosofía, jardines infinitos.

el gran wyoming

Carlos Alvarez//Getty Images

Wyoming, en esa misma entrevista, también se deshace en elogios hacia otros títulos. Habla de ‘Conversación en la catedral’, de Vargas Llosa («una obra maestra de la literatura sin más») y de ‘Nieve de primavera’, de Mishima, obra que considera una especie de Romeo y Julieta zen. Incluso se permite reivindicar el Quijote, que redescubrió durante una neumonía: «no sabía que era así, no sabía que era un libro de risa».

Pero el nombre que repite con mayor fascinación es el de Nabokov. Porque ‘Ada y ardor’ es una novela (no para todos los públicos) para quien sabe o quiere mirar de frente los límites de la literatura y preguntarse qué puede contar y cómo. Wyoming, que ha vivido mil vidas en una, parece tenerlo claro: «me impresionó mucho». Que alguien como él se quede sin palabras, ya es decir.

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Mariana Martín es periodista especializada en contenidos de Ocio y Cultura. Escribe sobre libros, cine y series, música y arte, entre otras cosas. Ha estudiado el doble grado de Periodismo y Humanidades en la Universidad Carlos III de Madrid, y es precisamente su formación en Humanidades la que le aporta una perspectiva analítica y multidisciplinar para abordar sus artículos periodísticos desde un punto de vista diferente.

Cuenta con experiencia en comunicación editorial y redacción de newsletters y artículos de cultura, moda, opinión y literatura, principalmente. Ha formado parte de equipos de prensa en la Universidad Carlos III además de desarrollar proyectos propios en redes sociales (@secuencia0 en Instagram) donde trabaja con la narrativa visual a través de fotografía y textos propios de prosa poética y poesía. También ha trabajado en el diario El Generacional, donde ha cubierto eventos como conciertos o la feria ARCO de Madrid y ha realizado entrevistas a distintos artistas.