El presidente Donald Trump ha firmado este lunes una orden ejecutiva que evita que los aranceles estadounidenses a los productos chinos vuelvan a niveles cercanos a un embargo durante otros 90 días, según ha adelantado la cadena estadounidense CNBC y han confirmado otros medios como Reuters y The Wall Street Journal.
Según la cadena, la orden ejecutiva ha sido firmada horas antes de la medianoche de este lunes, justo cuando expiraba la pausa arancelaria.
El presidente estadounidense había indicado esa tarde que, por el momento, el gigante tecnológico Nvidia no podrá vender a China su chip para Inteligencia Artificial (IA) más avanzado, el Blackwell, después de confirmar que ha obtenido licencia para exportar el H20 a cambio de un porcentaje del 15 % de las ventas para el gobierno federal.
«A lo mejor tendremos que tener otra reunión (con el consejero delegado de Nvidia, Jensen Huang) sobre el Blackwell», indicó Trump, quien introdujo la posibilidad de que el gobierno estadounidense se quede con entre el 30 y el 50% de los ingresos por ventas de ese chip, más avanzado que el H20 que ahora la multinacional podrá vender en China.
Trump rebajó la importancia de que Nvidia haya obtenido de nuevo licencia para vender en China los chips de IA, sujetos a controles por motivos de seguridad nacional, asegurando que esos procesadores están «obsoletos, aunque todavía tienen un mercado».
«China ya los tienen en otra forma, con otro nombre, o tienen una combinación de dos», aseguró Trump en una rueda de prensa en la Casa Blanca. «Les está vendiendo básicamente un chip viejo, del que Huawei ya tiene una versión similar, que hace lo mismo», detalló el mandatario.
Estados Unidos no impondrá aranceles al oro tras la incertidumbre en los mercados
El presidente Donald Trump dijo este lunes que el oro no estará sujeto a los aranceles que sí pesan sobre los socios comerciales de EE.UU. y otros rubros como el cobre, el aluminio y el acero, aclarando una comunicación de la Aduana estadounidense que generó incertidumbre en los mercados.
«¡El oro no tendrá aranceles!», escribió el mandatario en un breve mensaje en su red Truth Social.
La semana pasada, los medios estadounidenses dieron a conocer una carta de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) donde se indicaba que la importación de lingotes de un kilo y de 100 onzas estarían sujetas a aranceles «recíprocos» a cada país que entraron en vigor el 7 de agosto.
La misiva del CBP respondía a una petición de aclaración por parte de una empresa radicada en Suiza, uno de los mayores exportadores de oro del mundo y que según el nuevo esquema de gravámenes, enfrenta una barrera del 39 %, de las más elevadas en la lista de países publicada por la Casa Blanca.
Analistas advirtieron que la decisión de gravar el oro podría traer amplias repercusiones en los mercados mundiales de ese rubro, que al contrario de otras materias primas afectadas por aranceles, tiene un rol distinto como activo financiero y divisa global.
Como consecuencia, los futuros del oro en EE.UU. registraron un alza récord de 3.534,10 dólares la onza el pasado viernes. Más tarde, la Casa Blanca calificó los posibles aranceles al oro de «desinformación» y adelantó que aclararía el asunto.